La Cazadora De La Noche: Tu peor pesadilla...

Capítulo 19

Narrador Omnisciente

Suspiró pensativo mirando la luna llena con su hermoso esplendor, que cada noche la admiraba preguntándose exactamente lo mismo: "¿Por qué?" "¿Por qué cargo con una maldición de una bruja blanca?" Por supuesto la respuesta era bastante obvia.

Había intentado matar gente inocente que no tenía la culpa de su soledad, pero claro siempre había una primera vez para todo y más cuando instas a una bruja blanca a maldecirte por tratar de matar a su gente y echarte como un perro de sus tierras, cuando esta intentó ayudarle y eso provocó que lo pagara con múltiples fracturas que tardaron más de lo normal en sanar a pesar de que era un vampiro. Por supuesto que ahora ya ríe pero en el pasado no podía ni hacer eso después de recibir semejante paliza por un grupo de brujas blancas que a pesar de que eran muy hermosas eran igual de peligrosas como una pantera.

Entendió en ese momento y lugar que nunca debió haber atacado a la tribu "Luna de Cristal", lamentaba haber cometido dicho acto tan atroz en contra de esas brujas inocentes que lo único que deseaban era la paz entre su gente y las demás demás especies diferentes a ellas. Ahora estaba solo en su castillo sin nadie a su alrededor, no había ni un alma en el interior, sólo él y la soledad haciéndole compañía cada día y noche de su existencia.

Suspiró pesadamente recordando palabra por palabra el maleficio que le había sido lanzado en su contra por parte de la gran bruja blanca Eliana quien no se doblegó ante él al ver a su gente siendo amenazada por un patético vampiro como él. Era irónico pensar que si hubiese habido algo para enmendar su error lo habría aceptado sin dudar. Miró a la luna y rogó que se le permitiera vivir lo suficiente para conocer a su alma gemela para conocerla una vez antes de dejar este basto mundo. Si es que tenía la oportunidad de hacerlo.

Comenzó a caminar por la oscuridad del castillo contemplando cada detalle de este memorizando cada cimiento, ladrillo, viga, todo lo que había en él. Antiguas reliquias del pasado que conservó como recuerdo de una vida pasada qué pasó a otra era. Sus pasos hacían eco por todo lugar mientras seguía repasándolo tan detenidamente para no olvidar el más mínimo detalle cuando se fuera de este mundo cuando conociera a su alma gemela y pudiera conquistarla si es que lograba vivir para hacerlo.

Continuó su paseo cuando sintió una dolorosa punzada en el pecho y supo que el tiempo se estaba agotando cada vez más y tenía que actuar rápido sino... moriría. Tenía que seguir viviendo para lograr hablar con la bruja blanca Eliana quien era actualmente una híbrida de nacimiento y que le dijera de una buena vez quién es su alma gemela.

Ashton sufría y lloraba por sus errores pero de todas maneras lo único que podía hacer era seguir buscando y lograr su objetivo de hablar con Eliana, no sabía dónde estaba ella después haber incendiado el castillo con sus propias manos para poder capturarla y hacerla hablar. Pero no contó con que ella estaría afuera del castillo en compañía de dos lobos y un híbrido. Su plan había fallado pero eso no quería decir que no tuviera otro bajo la manga.

(***)

Pasó un largo rato de pie mirando el extenso terreno de sus tierras y recordando cómo las había obtenido hace tan solo 60 años atrás después de haber perdido a sus hermanos menores en aquella muchedumbre y luego de haber sido maldecido. Había llegado a un terreno desconocido en el cual solo había árboles, tierra, animales salvajes, principalmente lobos. Estuvo días e incluso semanas sin poder salir del extenso bosque por la gran cantidad de licántropos que había en los alrededores esperando a que saliera y así poder matarlo.

Pero gracias a que se había refugiado en una cueva en la que casi ningún animal se acercaba fue que se había mantenido a salvo durante un tiempo. Hasta que una noche de Luna llena se aventuró a salir sabiendo el gran riesgo que corría pero no importaba, sólo deseaba salir con vida y comenzar de nuevo. Al salir del bosque respiró aliviado pese a que escuchaba con claridad los aullidos incesantes de los lobos anunciando que había escapado de su territorio.

No le había tomado mucho tiempo caminando para llegar a un extraño castillo muy descuidado, sucio, maloliente, prácticamente hecho pedazos, estaba decidido a hacer ese castillo el gran imperio que es hoy en día, habitado por vampiros que desean lo mismo que él... encontrar a su otra mitad. Algunos la habían encontrado pero otros todavía no y tenían la esperanza de encontrarla o encontrarlo.