Narra Ashton
Finalmente después de tantos años por fin me libré de la muerte, de la maldición que me acechó por cien años exactamente, por fin había conocido a mi alma gemela que era tan solo una bebé recién nacida pero era hermosa, mi bella Elizabeth... jamás me había sentido tan... feliz en mi larga vida. Al ver a Elizabeth no pude percibir su aroma pero sabía que era MÍA porque pude olerla cuando salí al bosque a dar una vuelta y tal vez y solo tal vez ir a ver a Eliana para hablar con ella civilizadamente. Esperar cien años valieron la pena.
Conforme fui acercándome a Elizabeth más me daba cuenta de que ella provocaba en mí un sentimiento de protección y apego hacia ella, aunque no pude acercarme mucho porque Max me miraba como una amenaza y entré más me acercaba más gruñía, pero por lo menos no intentó matarme y lo agradezco mucho.
Max volvió a gruñirme y Sofía creo que se llama dijo:
—No te acerques tanto a mi hija.—Me miró con advertencia. Mantuve una distancia prudente para que no me fueran arrancar la cabeza porque sabía que Max era capaz de eso y más.
—Ashton...—Volteé cuando me habló Damon.
—¿Si?—Dije.
—¿Tenemos una tregua? ¿Podemos evitar una guerra?—Lo pensé un momento y vi a mi Elizabeth con una sonrisa durmiendo tranquilamente. Sabía que una guerra me haría alejarme de ella entonces decidí dejarlo por la paz.
—Estoy de acuerdo contigo Damon, es hora de dejar el pasado atrás y seguir adelante. Es una tregua.—Le estreché la mano y él la aceptó, nos dimos un apretón de manos dando por sentado lo dicho. Ya había encontrado a mi Alma gemela y no podía pedir nada más. Era sumamente feliz.
Pero... había algo en la mirada de Eliana que me preocupó y sabía que tenía que ver con Stefan. Mi pequeño hermano... sólo deseaba que recapacitara y dejara atrás el pasado, porque aunque me costó mucho superarlo y aceptarlo sabía que sino lo hacía jamás hubiese podido tener la oportunidad de encontrar a Elizabeth.
(***)
Salimos de la habitación para dejar a Sofía y a Elizabeth descansar, estábamos en la sala de estar cuando noto otra vez la mirada preocupada de Eliana y ahora si me acerqué a preguntarle si todo estaba bien.
—Eliana... ¿Estás bien?—No respondió su mirada me lo dijo todo.
—Es Stefan ¿cierto?—Suspiró pesadamente y asintió rendida.
—Lo conozco y hará lo que sea para tenerme a su lado para sus oscuros propósitos. A veces siento su presencia demasiado cerca más de lo usual y...
La interrumpí.
—¿Más de lo usual?—Asintió. Salí corriendo a mi velocidad sobrehumana afuera y cuando vi el cielo totalmente rojo, solté una maldición.
Entonces Max, Damon y Eliana, salieron de la casa y vieron lo mismo que acababa de ver y nos miramos preocupados, sabíamos lo que eso significaba... la guerra había comenzado.
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La Cazadora De La Noche: Tu peor pesadilla...
Kurt AdamTodos saben acerca de los hombres lobo, vampiros, brujas blancas, brujas oscuras... tantas absurdas historias sobre esas criaturas sobrenaturales que casi nadie ha vivido para contarlo, claro es obvio porque 'Los Cazadores La Noche' se encargan de e...