6

589 51 3
                                    

Cap. 6

El día siguió tranquilo, pero realmente se notaba la ausencia de Levi, la verdad no se si fue lo mismo para las demás persona, pero yo sí que sentí su ausencia.

Después de mandarle un poco de trabajo para que no sintiese que tenía un día libre, ya que sabía que él se negaría rotundamente a pesar de que realmente lo necesitaba, de hecho, empiezo a creer que le deje bastante trabajo, me encogí de hombros pensando que más tarde podría pasearme por su habitación y ayudarle en el trabajo, una ligera sonrisa se dibujó en mis labios al pensar en aquello.

Me fue un poco incomodo estar en el comedor, por lo que me fui a comer a mi oficina como ya tenía la costumbre. Me sentía un poco inquieto por las miraditas que me dirigía Hanji de vez en cuando, pero a la vez tranquilo de que solo fuese ella la que me mirara.

Después de comer me decidí por terminar con los trabajos pendientes, pero me sentía inquieto, ¿Qué estaría haciendo ahora Levi? ¿Pensará en mí? ¿Se encuentra bien? ¿Se podrá repetir lo sucedido? ¿Y si no me hizo caso? ¿y si fue al entrenamiento y ahora está sobre un caballo lastimándose más? ¿Estoy siendo sobreprotector?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por unos golpes en la puerta.

-Voy en un segundo- conteste mientras me apresuraba a abrir la puerta y alisaba las pequeñas y casi inexistentes arrugas en mi camisa deseoso de que fuese Levi quien llamaba a la puerta.

Pero cuando abrí la puerta no había nadie fuera, pero cuando me di la vuelta, pero al bajar la mirada divise una pequeña pila de papeles y una cajita de madera sobre una mesita que se encontraba afuera frente a la puerta.

Con curiosidad me acerque a la mesa y tome lo que estaba sobre ella, los papeles no eran más que información semanal que enviaban sobre las murallas, pero la cajita me llamo la atención, mire a ambos lados, pero no había nadie cerca, por lo que volví a entrar en mi oficina.

Dejé los papeles en la mesa para leerlos luego y me decidí a abrir la cajita.

Esta era de madera, tenía una perfecta forma cuadrada y ningún adorno en lo más mínimo haciéndola extrañamente simple.

Al abrir la caja me encontré con un pequeño frasco de vidrio con un líquido transparente, al destapar el frasco y oler el contenido caí en la cuenta de que era nada más y nada menos que lubricante, mi rostro se sonrojo al caer en la cuenta de esto. Volví a tapar el frasco y me decidí a devolverlo a su caja cuando me di cuenta de que en esta había una pequeña nota.

Para sus futuros encuentros.

Suerte con ello. Ten más cuidado, no rompas a mi amigo el amargado.

Por cierto, no me creo lo de su repentina enfermedad.

Después de leerla caí en cuenta de quien era la nota, supongo que Hanji si era un tanto pesada, pero no pude evitar pensar que el líquido me sería bastante útil para de esa forma no lastimar tanto a Levi.

Pasado esto me dedique al trabajo, pero no pude sacar a Levi de mi mente, por lo que una vez que termine con el papeleo me levante de la silla y me estire desperezando todo mi cuerpo, el cual se encontraba adormecido desde que había tomado la cena en mi oficina.

Al salir de la habitación tomé camino hacia el cuarto de Levi, pero a medio camino me di la vuelta y volví a mi oficina solo para tomar el pequeño frasco y meterlo en el bolsillo de mi pantalón.

Luego de eso reanude mi camino a la habitación que ocupaba la misma persona que ocupaba mis pensamientos.

En cuanto me encontré frente a la puerta no pude evitar sentirme nervioso al intentar tocar la puerta, introduje mis manos en los bolsillos mientras pensaba en que decirle, el frio tacto de el frasco me devolvió a la realidad, saqué mi mano del bolsillo y me dispuse a abrir la puerta olvidándome de llamar a esta primero.

-Levi, yo...

- ¡Erwin!, ¿pero qué demonios...? - Levi se levantó del suelo rápidamente mientras subía sus pantalones y ocultaba lo que estaba entre sus piernas con estos, me quede estático viéndolo mientras él se ruborizaba y desviaba la vista completamente avergonzado.

Una sonrisa pervertida se apodero de mi rostro mientras entraba a la habitación cerrando la puerta tras de mi sin olvidar colocar seguro en caso alguna intromisión.

- ¿Qué hacías Levi?, ¿acaso es que no tuviste suficiente con lo de anoche? - pregunte mientras me acercaba al avergonzado chico frente a mí.

En cuanto estuve lo suficientemente cerca sostuve su barbilla con mi mano obligándolo a mirarme.

- ¿Quieres más? - pregunte mientras hacía que nuestros rostros se acercaran haciendo que se tocaran ligeramente nuestras narices.

-Deberías aprender a tocar a la puerta antes de entrar- contesto Levi usando un tono que pretendía sonar enojado, pero a mí no me engañó.

- ¿Y perderme este hermoso espectáculo? No gracias- conteste sonriendo colocando una mano en su entrepierna, notando la erección que aún se mantenía bajo esos pantalones y que muy bien yo sabía que estaba provocando con tanta cercanía y el roce de nuestros cuerpos- Por favor, continua con lo que hacías, no quiero ser un estorbo.

-Vete al carajo Erwin- contesto el desviando la vista.

- ¿Pero qué sucede? ¿necesitas ayuda? - sin esperar respuesta le empuje hacia la cama obligándole a acostarse en esta y colocándome sobre sus piernas mientras me deshacía de lo que me impedía llegar a esa ya bastante bien formada erección- Porque con gusto podría ayudarte...

-Erwin... no-Su respuesta me tomo desprevenido, por lo que solo levante la vista y le mire- Detente, por favor.

Me sentí mal ante la idea de que le estaba obligando, por lo que me quité de encima y le dejé volver a ponerse en pie mientras se arreglaba la ropa.

- ¿Qué sucede?

-Yo..., no quiero hacerlo en mi cama, las sabanas estaban sucias, por lo que las cambie, pero no quiero ensuciar estas ya que tengo que esperar a poder lavar las sucias, por lo que quiero mantenerlas limpias hasta tener el repuesto.

Me sentí aliviado al escuchar su respuesta.

-Valla, con que eso era. Ya comenzaba a creer que me correrías y dirías que no quieres estar conmigo.

-Bien, pues no he dicho que puedes quedarte o que quiero estar contigo.

-Espera ¿Qué?

Se acerco a mí y deposito un beso en mis labios sonriendo y colocando sus brazos al rededor de mi cuello.

-Vamos a tu habitación, no me vas a dejar con las ganas.

¿Me amas? Levi x ErwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora