Faltaban muy pocos días para que Rin entrara al kinder, conociera a nuevos niños, hiciera amistades y aprendiera.El día tan esperado, ya había llegado, Nozomi por su parte estaba orgullosa de su niña, pareciese que fue el día de ayer cuando la vio por primera vez y la vio con amor y ahora ya empezaria con sus estudios.
Aparte de que aquel día en el que Sara le reclamo a Sesshomaru vallase asaber que, en la noche una muy feliz Rin venía corriendo por los pasillos -llevandose varios regaños por parte de Jaken- dandole una noticia que en verdad le había sorprendido de sobremanera.
Aquella noticia en la que la pequeña le había mencionado que ella quería ser bailarina, y que el señor Sesshomaru la ayudaría a cumplir su sueño en una realidad, que se lo había prometido, aquellas palabras impactaron tanto en Nozomi como en el pequeño demonio, que al enterarse de esto último se echo a reír cosa que no agrado a Nozomi en lo absoluto.
Jaken le había dicho que para eso debía esforsarze de sobremanera y que tal vez no lo lograría, ganando un muy merecido golpe de parte de Sesshomaru.
Su niña se veía muy feliz, rebosa de alegría, saltaba de aquí para alla como un pequeño conejo tratando de imitar a aquellas "piruetas voladoras" nombradas segun ella.
Volviendo al presente Nozomi se encontraba en la habitación de la pequeña ayudandola con su pequeño uniforme, que constaba de una falda arriba de la rodilla de color azul naval con dos botones de cada lado en posición de ilera, una camisa azul cielo con un pequeño olan en forma de U que abarca el cuello y la parte inicial del tórax, un moño del color de la falda y al costado izquierdo un pequeño emblema del kinder. (La foto se encontrara al final).
Se veía hermosa, tierna con ese uniforme, estaba más que segura que su pequeña castaña triunfaria en su primer día.
Bajo, desayuno su tostada con mermelada de fresa, el cúal se veía que le gustaba. Subio por su mochila y cuando bajo se despidio con un beso de Nozomi, y un "Hasta pronto señor Jaken" del demonio sapo.
Quien la llevaría a su primer día de kinder sería Sesshomaru, ya que quería asegurarse y deseaba que en el último momento ella se negara a entrar y se arrepintiera de asistir, solo así tendría una escusa para llevarsela.
Si bien para el demonio no le parecía una idea tan agraciada dejar a su Rin ahí adentro, ya que temía que le pasara algo y el no estuviera ahí para consolarla, sabía de antemano que debía confiar en ella y solo serían unas horas, horas en las que el estaría demasiado preocupado, pero tambien sabia que era necesario que ella asistiera.
Iba conduciendo a velocidad media y de vez en cuando dirigía su mirada a la pequeña que se mostraba feliz, con una gran sonrisa de oreja a oreja moviendo constantemente de adelante hacia atras sus pequeños piesesitos.
De verdad que ella quería ir.
No estaba seguro de dejarla, no y no quería hacerlo, podría voltear en una de las calles que ahí se topaba y no llevarla.
Algunos minutos después, ya faltaba poco para llegar y despedirse de su pequeña.
Rin: (volteando a verlo) ¿Qué espera señor Sesshomar?, vamos a bajar para que me deje en la entrada del salón.
No quería, no y no, pero ante la incistencia de la castaña lo intento, bajaron del auto y de inmediato Sesshomaru tomo su mano.
¡¡Olor a humano!!.
Pensó, nefasto, desagradable, sin duda el olor de los humanos lo detestaba, e imaginar que tendra que venir a diario a dejar a Rin.
Su olor.
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Mi pequeño ángel.
De TodoSesshomaru un daiyokai frivolo, del cual nadie se esperaba que decidiese adoptar a un pequeño angelito y sobre todo humano. Los personajes no son míos, pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi. Favor de no plagiar mi historia, mi libro solo es un f...