Prologo

15 4 8
                                    

    " No me gusta aqui" era lo que pensaba Gabin en el momento, estaba rodeada de niños fuera de control corriendo y gritando que querian de vuelta a su madre o simplemente por que querian hacerlo.

    
     Era el primer dia de Gabin en el jardín de niños y ya sentía que odiaria ese lugar con todo su ser. No le gustaba eso, el descontrol nadie que escuchara como ella atentamente a la maestra sentada en su pequeña silla.

   
     - ¡SILENCIO POR FAVOR! - suplico la profesora, totalmente agotada mientras unos quince niños corrían de aqui para alla sin prestarle la mas mínima atención.

   
       - Maestra ¿Puedo ir a pintar? - pregunto Gabin con una voz propia de una infante de cinco años.

    
     - Claro cariño, sientate por alla, yo ire a ver tu dibujo más tarde - le dijo la maestra con una expresion de ternura en su rostro señalandole una mesa a su espalda.

        Fue directo al lugar con una sonrisa en su rostro, era una mesa redonda con al menos seis puestos, ordeno lo más que pudo su espacio y se sentó a dibujar.

 
    " Haré una mariposa para Miky" pensaba mientras trasaba líneas de color en el papel.

     
     " Miky" o como en realidad se llamaba Mike era el tutor legal de Gabin, luego de que los padres de esta murieran en un incendio cuando solo tenia dos años, como buen amigo de la familia que era se encargo de ella.

   
     No fue ningun problema para el, es dueño de una prestigiosa linea de hoteles, "Greco' s Paradise" era el nombre de sus ciento ochenta hoteles distribuidos en todo en mundo. El dinero era lo de menos, Mike siempre quizo un hijo, pero la barrera que siempre se interpuso sobre eso, era su incapacidad para tenerlos.

   
     La llegada de Gabin fue una total sorpresa e inesperada solución para su problema, su sueño de ser padre, llego una mañana, totalmente nublada cuando este, apunto de irse a su oficina es detenido por una de sus empleadas domesticas, diciéndole que una mujer espera en la sala con una niña sin padres. Ademas de hacerlo padre la llegada de Gabin le proporciono a su imperio algo mucho más grande... Un Heredero.

 
      -¿ Quieres venir a jugar ? - pregunto una voz angelical  detrás de Gabin.

   
     - No, me gusta más pintar - le dijo a la niña de cabellos dorados con dos coletas, y un pequeño overol.
  
   
     " Se parece a risitos de oro " pensó Gabin mientras seguia pintando.

   
      - Estamos jugando a las escondidas ¿ No quieres venir ?.

 
    - No quiero, no me gusta ese juego - dijo Gabin un poco ya irritada, de la insistensia de risitos de oro.

 
       La niña, se la quedo viendo un rato en total silencio mientras dibujaba, Gabin no podia evitar mirar de reojo a la niña que por los vientos que soplaba no se iría por un buen rato.

  
     -¿ Que quieres ? - pregunto Gabin un poco impaciente por que se fuera, girandose bruscamente, la otra pequeña se sobresalto pero se recompuso con una sonrisa al captar la atención de su compañera.

   
      - Dibujas muy bonito, a mi me gustaria saber dibujar - Gabin no respondió se limito a verla con una expresion confusa en su rostro.

 
     -¿ Me haces un dibujo?, quiero una flor, a mi mamá le gustan las flores, si me haces una flor yo la pintare y despues, se la daré a mi mamá, a mi tambien me gustan las flores, mi mamá y yo trabajamos en el jardín tod...

      -¿ Si te hago una flor me dejaras en paz ? - pregunto Gabin interrumpiendo su parloteo, impaciente por que se fuera y la dejara sola, risitos de oro asintio euforica por que tendría su dibujo. Sin más palabras de por medio, al menos de Gabin por que risitos de oro hablaba más que un radio encendido, termino el dibujo y esfumando toda esperanza de tener su añorada soledad, risitos de oro la acompaña a pintar aun y con las miradas asesinas que Gabin le envio.

Flores para tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora