SAVAGE EYES (SukuFushi)

Fifteen

Décadas antes.

—¡Sukuna! ¡Te lo ruego! ¡por favor!—.

Los miembros del Clan Ryomen que merodeaban por la tribu mientras trabajaban en sus respectivas labores, giraron curiosos las cabezas para buscar el fuerte grito que había llamado la atención de todos.

Enorme fue la sorpresa de los habitantes cuando observaron a su nuevo líder alfa, caminar a pasos firmes con una mirada dura y sanguinaria, al mismo tiempo que sujetaba una cabellera blanca y rojiza con su mano derecha, era un espectáculo observar como el imponente alfa, jalaba fuertemente de los cabellos para arrastrar sobre la tierra a una mujer que gritaba desesperada, suplicaba y pataleaba.

Nadie se atrevió a decir ni una sola palabra ante aquella escena donde era notorio que el alfa estaba sumamente cabreado, los ojos escarlatas irradiaban odio y en ellos se reflejaba un terrorífico deseo por matar. Posiblemente, la mujer beta que se llamaba Uraume, de nuevo habría cometido alguna imprudencia en contra del líder que haya provocado aquel enojo.

—¡¿Escucharon el rumor?!—.

Un cambia formas tigre corrió en medio de la multitud para acercarse a un grupo de jóvenes que murmuraban entre ellos, sobre el dichoso espectáculo que protagonizaban el líder alfa y la odiosa mujer.

—¿Qué rumor?—.

—Al parecer, el líder alfa marcó a Uraume—.

El chico de cabellos rubios informó con un bajo tono de voz, para evitar ser escuchado por Sukuna.

—¡¿Qué?!—.

El pequeño grupo reunido exclamó con sorpresa, sin poder creer la impactante noticia que sus oídos escuchaban.

—¡¿Cómo diablos?!—.

—Los aprendices explicaron que sucedió erróneamente, el líder alfa se encontraba en la cima de su celo y Uraume aprovechó la oportunidad de aparearse con él, tal vez la unión simplemente se formó por un impulso de las feromonas—.

El chico explicó, mientras observaba como aquel hombre arrastraba de los cabellos a esa mujer y desaparecía del rango de visión, junto con los gritos que empezaron a escucharse desde la distancia.

—¡Está loca! ¡el líder alfa la matará!—.

—¡Exacto! Ella no pertenece a las hembras del líder como para que cometa esa estupidez, sin mencionar que el líder alfa la botó de su cama y dejó estrictamente claro, que no quería tener absolutamente nada con ella otra vez—.

Los cotilleos y críticas resonaron en toda la tribu, los miembros comenzaron a debatir el probable destino de aquella mujer, la misma que hacía años inició una enfermiza obsesión con el chico menor de los herederos, la mujer que solo había sido utilizada en su determinado tiempo por Sukuna Ryomen y luego fue desechada al igual que un trapo sucio, porque ella perdió su valor desde el instante en que el líder alfa asesinó al joven Yuuji.

—¡Sukuna! ¡duele!—.

Los gritos de la mujer fueron totalmente ignorados por Sukuna, quien se encargaba de abrir la puerta de la habitación principal, mientras jalaba con fuerza de los cabellos blancos para tirar el cuerpo de la beta adentro de la habitación, haciendo que Uraume cayera de bruces en el suelo.