CAPITULO 7

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Alexby

Tal vez pensáis que por la gran sorpresa de ser David a quien debería impartirle clases especiales, no se, lo golpee, grite o me desmayé. Pero no. Supe controlarme muuuy bien.

Después de su intento de seducción hablándome al oído susurrando y que me mordiera (lo cual si admito que me hizo temblar); quite lentamente sus manos sobre mi, me aparté, tome mis cosas y camine hacia la salida.

No, no, no, me niego, me rehuso a darle clases privadas a ÉL. Prefiero ir a clases de verano que estar a solas con David Romero.

Creí que lograría huir victorioso, pero no.

— Ales, espera —dijo divertido mientras tomaba mi muñeca— ¿adónde vas hombre?

— a mi casa —solté cortante tratando de liberarme—

— ¿de qué hablas? ¿Por qué?

¿Hablaba en serio? ¿Luego de lo que me hizo como "saludo"? Hubiese sido menos extraño que me oliera el trasero como un perro.

— sé muy bien quién eres tío, y si solo vienes para hacerme perder tiempo, prefiero irme a mi puta casa —dije claramente molesto—

— hostia, ¿me has estado investigando Ales? —definitivamente me enojaba mas que no se borraba la puta sonrisa burlona de su cara—

— si,hombre, porque es muy difícil no saber quién es el chaval por el que todas las tías mojan las bragas cuando caminas —vire los ojos— no soy tan subnormal

—vale... —hizo un gesto pensativo—entonces, de cierta forma, ¿dices que soy muy guapo? ¿O solo que soy sexy? —río de manera coqueta—

¡¿pero qué cojones?! ¿Cómo mierda entendía eso de lo que dije?

Definitivamente el me va a sacar de quicio. Espero al menos salir de aquí sin partirle la cara. Aunque, nunca es mala opción, la defensa personal contra idiotas siempre es importante.

— ... Vete a la mierda —volví a tomar mi camino a la salida—

— no, no, espera Ales! Que es broma hombre! —y también volvió a detenerme—

—SHHHHHH!!! —nos callo la bibliotecaria, la cual estaba a pocos metros acomodando unos libros—

— lo siento —dijimos unísono en voz baja—

Harto de esto, me volteé para encarar a David, tomando una posición defensiva y molestia con los brazos cruzados sobre mi pecho. ¿Qué quería este guilipollas que no puede dejarme tranquilo?. Si iba a hablar era ahora o nunca, y parece que por mis gestos, lo entendió claro.

— mira Ales, sé que tengo buena fama en el instituto —yo no lo llamaría así— pero al contrario, mis calificaciones no, tengo notas de mierda —llevó su mano a su mochila y saco varios exámenes aplazados, todos con su nombre y números del 4 al 0 al lado— ahora soy uno de los putos amos, pero si repito curso me veré como un completo imbecil

— ¿te verás? Según yo, ya eres un imbecil —solté seco—

— Ales, por favor —sostuvo mis hombros mirándome de manera suplicante— te lo ruego

Vale, por más fuerte que pudiera ser ahora o en cualquier momento, tenía que admitir que había algo en los ojos de David que me hacía sentir... Raro. Como si me debilitará un poco. Tal vez era ese brillo especial mezclado con el ámbar oscuro en ellos. Y cuando deje de ver sus ojos para observar el panorama completo de su rostro cerca del mío, haciendo muecas tiernas. Fue demasiado. No sé qué hizo en mi pero provocó algo que logró que mi boca se abriera antes de pensar.

Besos De Caramelo y Café [FARGEXBY] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora