CAPITULO 9

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Alexby

Durante la noche no deje de ver mi teléfono. Específicamente, los mensajes que nos habíamos escrito Fargan y yo.

¿Que lo extraño? Pfft. Pero que es subnormal. Apenas llevamos unas horas de conocernos y ya no solo me coquetea sino que insinúa que me gusta.

Por Dios... Me provocaba darle una patada en los huevos a ver si se le quitaba lo guilipollas o al menos dejaba de ser tan guarro.

No me mal entiendan. Si soy gay, pero no soy un regalado que se deja follar con cualquier chico que se le insinúa. Tengo una dignidad que valoro mucho como para gastarla con el puto Playboy del colegio. Además que, con todas las putas que se folla a diario, quién sabe qué enfermada puede estar cargando ahí abajo.

A pesar de las mil y un cosas negativas que podía pensar de el, no podía negar que me sentía extraño cuando estaba a su lado o me veía.

De pronto la imagen de Fran cruzo mi mente y no pude evitar sentirme triste. Todavía a estas alturas no habíamos hablado. Podía sentir mi orgullo quebrarse conforme pasaban los días, solo quería que todo volviera a como era antes, a tener a mi mejor amigo a mi lado.

Sentí una lagrima caer sobre mi mejilla y la limpie rápidamente. No era tiempo para eso. Si quería que la profesora viera que me estoy tomando esto en serio, tendría que hacer que David aprobara todos sus exámenes de ahora en adelante. Por más difícil que fuera, estoy seguro que lo lograre.

Tristemente para mí, termine desvelándome haciendo una lista de ejercicios matemáticos de al menos 8 páginas. Cada ejercicio con un link de un vídeo explicativo en YouTube para que entendiera, además de estar adornados con colores llamativos para que no se aburriera. Ponerle dibujos sería demasiado de guilipollas pero por lo poco que conozco de el dudo que lea algún libro sin ellos.

Claramente por ello no sólo estaba cansado sino que traía un puto genio, que no dudaría en romperle la cara al primer subnormal que me provocará.

— Alex, en serio, tienes que hacer algo con esos sueños raros —dijo Nieves entre risas al verme— siento que tengo un zombie de amigo

— tranquila, solo me desvele haciéndole un pequeño libro de ejercicios a David —solté un pequeño bostezo— en unos días tiene examen y si quiero mis puntos extra tendré que hacer que apruebe con una buena calificación de si o si

— espera! ¿Que? — Dulce se detuvo en seco

— como así?! ¿David David? ¿EL David Romero? —de repente caí en cuenta de que no les había dicho nada, por lo que solo asentí restándole importancia, lo que en realidad dejó más boquiabiertas a mis amigas— ¿El David Romero que hace unos días no parabas de huirle y que nos tenias vigilando los pasillos por el? ¿En serio?

— si, en realidad es buen tío —me encogí de hombros— bueno, un poco molesto y tontito, pero divertido. Me explico que estaba apunto de repetir curso y que necesitaba mi ayuda, y como no me quedo de otra, acepte

— estoy flipando... —hablo Nieves impactada—

— eso es algo bueno Alex, ahora podrás tener un nuevo amigo —dijo Dulce con una sonrisa— y nosotras no tendremos que andar viendo los pasillos cada 2 malditos segundos —eso fue más un murmullo molesto pero que los tres alcanzamos a oír

— ¿pero es están tan guapo como dicen? —empezó a interrogarme Nieves mientras caminábamos al aula— ¿es verdad que desprende un Aura de sensualidad masculina al hablar?

Reí mientras la miraba con los ojos abiertos. Aveces Nieves era demasiado guarra, también rara, pero más que todo tontitamente guarra.

Besos De Caramelo y Café [FARGEXBY] [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora