CAPÍTULO 2: 'MESTIZO'

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Después de llevar al hombre a la clínica, ésta estaba cerrada, pero las luces seguían encendidas en el piso de arriba.

Ding Xiaowei bajó las escaleras y gritó a todo pulmón un par de veces.

Poco después, se produjo el sonido de una avalancha de mini pasos apresurados bajando las escaleras, y cuando Ding Xiaowei oyó el sonido, supo que era el nieto del doctor Wang.

Efectivamente, tan pronto abrió la puerta, apareció una carita hermosa: "¿Tío Ding?"

"Oye, date prisa y ábrele la puerta al tío Ding, tengo un amigo que se hizo daño en una pelea, pídele a tu abuelo que venga a revisarlo".

El chico abrió la puerta, "Pasen, iré a buscar a mi abuelo".

Ding Xiaowei se esforzó por sacar al desafortunado hombre del coche y lo puso en la cama en posición inclinada.

Ding Xiaowei miró al hombre alto y apuesto, tan cansado que estaba sudando a cántaros.

Estaba tan exaltado que en su mente repetía tienes que recompensarme bien, recompensarme bien.

Poco después, bajó el doctor Wang.

"Oh Dios, Xiao Ding, ¿de dónde has sacado a un hombre así en mitad de la noche?"

Ding Xiaowei mientras se limpiaba las manos con papel higiénico, dijo. "Perdone, Dr. Wang, siento haberle ensuciado su sobrecama, por favor, puede revisarlo, su cabeza está sangrando".

El doctor Wang era médico, después de todo, y su atención se centró rápidamente en la persona que estaba sobre la camilla.

Se movió ágilmente y comprobó la herida: "Oh Dios, necesita puntos". Le dijo a su nieto: "Saca la navaja y aféitale ese trozo de pelo".

Ding Xiaowei estaba a punto de decir algo cuando de repente sonó el teléfono.

Miró el identificador de llamadas y se asustó: era el hijo de su jefe.

Se calmó y contestó el teléfono.

"Aló, tío Ding, en media hora se termina todo esto, recuerda venir a recogerme".

"Aló, no hay problema, no te preocupes, ya casi llego, estoy a la vuelta de la esquina".

Ding Xiaowei colgó el teléfono y buscó un trapo entre las cosas del Dr. Wang apresuradamente, "Este, Dr. Wang, ahí se lo encargo, cuídelo mucho, volveré en una hora más o menos, prometo que volveré, debo irme, tengo una emergencia".

El doctor Wang gritó un par de veces llamándolo, pero ni siquiera logró detenerlo.

Ding Xiaowei salió corriendo, cogió un trapo y limpió con fuerza el asiento trasero, primero absorbiendo el agua y luego quitando la arena.

Por desgracia, hiciera lo que hiciera, la arena seguía sin salir.

Ding Xiaowei estaba tan ansioso que sudaba a motón, y viendo que ya era casi la hora, no le importó tanto y se apresuró a conducir hasta la playa.

Tenía prisa, pero ya había hecho esperar al hijo del jefe unos diez minutos aproximadamente.

El chico no parecía muy contento, pero tampoco dijo nada.

Se sentó directamente en el asiento delantero, sin se darse cuenta de lo que pasaba atrás.

Durante todo el viaje de regreso, Ding Xiaowei lo llevó a casa con miedo y ansiedad.

CENICIENTO Y EL PRÍNCIPE MESTIZO  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora