CAPÍTULO 4: 'DUCHARSE'

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Después de dejar a Lingling en la escuela, Ding Xiaowei se fue a trabajar por su cuenta.

Cuando no tuvo nada más que hacer, preguntó a sus colegas dónde podía tasar una piedra preciosa.

Ding Xiaowei no perdía de vista este asunto, después de todo, nunca antes había visto nada bueno, así que no sabía si era real o no, por lo que era mejor contar con la opinión de un profesional.

El colega no supo decirlo, así que buscó en Internet y finalmente le dio la dirección de una joyería que se dedica a la tasación gratuita.

Ding Xiaowei echó un vistazo a la dirección, que no qudaba tan cerca, y pensó darse una vuelta en coche cuando saliera del trabajo.

Cuando Ding Xiaowei llegó a casa, al entrar vio a Zhou Jinxing y a un extraño hombre de mediana edad sentados en su sofá, con un pequeño cuaderno sobre la mesita y unos cuantos documentos extendidos.

Zhou Jinxing también se sorprendió bastante al verlo y miró su reloj: "Solo son más de las cuatro, ¿saliste del trabajo temprano?"

Ding Xiaowei maldijo: "Ni lo menciones, maldita sea, hoy he estado conteniendo la respiración, oye, ¿quién es él?"

Zhou Jinxing dijo ligeramente, "Un vendedor de seguros".

La expresión del hombre de mediana edad estaba obviamente atónita, recogió apresuradamente el ordenador y los documentos que había sobre la mesa, se levantó y dijo con una sonrisa: "Entonces no le molestaré, señor Zhou, puede reconsiderarlo una vez más, me atrevería a decir que los servicios que presta nuestra compañía sean de la mejor calidad, pero por el momento, son los más adecuados para su concepto de consumo".

Zhou Jinxing se levantó y le estrechó la mano, "Gracias, me ha deja su número, me pondré en contacto en otra ocasión".

Después de que el hombre se marchó, Ding Xiaowei se sentó en el sofá de golpe, y dijo en tono malhumorado: "Para qué dejas entrar a la casa a esos tontos vendedores de seguros, todo dicen charlatanerías para atrapar a incautos".

Zhou Jinxing dijo con indiferencia: "Estaba solo en casa, estaba aburrido, solo quería platicar con alguien, pero ... cuéntame, ¿qué te sucedió, cómo te fue en el trabajo?"

Ding Xiaowei bebió un sorbo de agua: "Esta mañana no tenía nada que hacer, y estaba pensando en lo libre que estaba hoy, pero entonces, la estúpida secretaria del jefe me grito exasperadamente que debía ir al aeropuerto a recoger a un cliente, y que por qué no había ido. nunca se me informó de nada, pero ella, insistentemente dijo que me había enviado un mensaje de texto esta mañana primera hora. Le dije que nunca recibí tal mensaje, que me enseñara el registro de mensajes donde salía como enviado, al instante puso cara de incomodidad y me dijo que su teléfono automáticamente se había borrado. ¡Maldita sea, esa bruja está chiflada! Obviamente se olvidó de enviarme el mensaje y me culpó de todo. Cuando llegué hoy al aeropuerto, ya había hecho esperar a ese cliente más de media hora, y cuando lo dejé en el hotel, el jefe me estaba esperando allí todo malhumorado, diciéndome que me presentara mañana temprano en su oficina, ¡maldición, me estoy sofocando!"

Zhou Jinxing le pasó un vaso de agua fría y dijo con una ligera sonrisa: "No es para tanto, se puede resolver fácilmente".

Ding Xiaowei levantó las piernas sobre la mesita y dijo con un resoplido: "¿Cómo voy a resolverlo? No hay pruebas. Esa vieja tonta siempre se está coqueteándole al jefe, y es especialmente impopular en la oficina, con nadie se lleva, pero el jefe solo la favorece a ella. Diga lo que diga mañana, será culpa mía. En realidad no es para tanto, es cuestión de soportarlo".

CENICIENTO Y EL PRÍNCIPE MESTIZO  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora