CAPÍTULO 32: 'CUÑADA'

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Ding Xiaowei caminó por más de tres horas desde donde vivía Zhou Jinxing hasta su casa.

Necesitaba algo de tiempo para procesar su enojo y tampoco quería llevarlo a su casa.

Ahora que las cosas habían llegado hasta este punto, Ding Xiaowei no sentía más que arrepentimiento. Tenía demasiadas cosas de las que arrepentirse, por ejemplo, nunca debió haber llevado a Zhou Jinxing a su casa en primer lugar.

Si Zhou Jinxing no hubiera estado allí, habría sufrido menos. Tal vez habría pasado ese medio año tranquilo y, luego, le habrían presentado a Rong Hua, habría realizado su antiguo deseo de encontrar una madrastra para Lingling, viviendo en paz y felices para siempre.

Era simplemente un ciudadano común que no podía darse el lujo de jugar con otras personas ricas y poderosas. Incluso si en el futuro veía a Zhou Jinxing en la televisión, preferiría cambiar de canal y dejar de causarse más problemas.

Ya era hora de cenar cuando llegó a casa, subió las escaleras y pasó por el departamento donde vivía Rong Jia, escuchó a Rong Hua llorando y maldiciendo desde adentro.

Ding Xiaowei se sorprendió y rápidamente se apresuró a abrir la puerta con su llave para entrar, solo para darse cuenta que Rong Hua sostenía una escoba en la mano con la intención de golpear a Rong Jia.

"Oye, ¿qué está pasando?" Ding Xiaowei supo a simple vista que Rong Jia debió haber hecho algo malo, el niño se paró rígido frente a su madre con una cara sombría, sin esquivar ni ceder, con aquella mirada de rebeldía que se reflejaba en su rostro.

Tan pronto como Rong Hua lo vio, dejó de reprenderlo, arrojó la escoba al suelo, se dio la vuelta secándose las lágrimas.

Ding Xiaowei le guiñó un ojo a Rong Jia y le pidió que entrara. Rong Jia lo miró, se giró y corrió hacia su habitación, cerrando la puerta con un "clack".

Rong Hua lo regañó bruscamente: "¡Quién te dijo que podías irte! ¡Vete de aquí! ¡Cómo pude haber parido a un hijo como tú! ¡Lárgate!"

Ding Xiaowei rápidamente la abrazó por los hombros, tratando suavemente de consolarla: "¿Qué pasa? No te exaltes, vamos, trata de calmarte y cuéntame qué está pasando".

Rong Hua resopló y lo miró con cierta vergüenza, "Te estoy mostrando una broma ..."

"¿De qué estás hablando, acaso no somos una familia?"

Esta mujer que siempre le había dado una imagen dócil, sus ojeras rojas ahora mismo la hacían parecer un poco loca, sacó un pañuelo y le secó los ojos, parecía que se había calmado un poco, "Xiaowei, regresemos y hablemos".

Los dos salieron del departamento de Rong Jia y subieron al de ellos.

Solo entonces Ding Xiaowei descubrió que Rong Jia había robado el dinero de Rong Hua para jugar. No era que antes no le haya robado dinero pero la cantidad no era tanta, por lo que Rong Hua no se había dado cuenta, esta vez se habían desaparecido más de cuatrociento yuanes y Rong Hua intuyó que algo andaba mal.

Rong Hua lloraba desconsolada mientras le contaba lo sucedido: "Dime, por qué es tan poco inteligente, ya tiene más de diez años y no me entiende para nada, me ha costado tanto criarlo sola, ¿cómo puede ser tan cruel?"

Ding Xiaowei también se sentía muy incómodo. Rong Jia era como algunos de los compañeros varones que lo rodeaban cuando era niño, tenía mucha energía en la pubertad, sin tener dónde desahogarla, causando problemas por todas partes, sin escuchar los consejos de nadie. Cuanto más educado eran, más rebelde se volvían, este tipo de niños es el mayor dolor de cabeza para los adultos. Si no lo trataban correctamente ahora, solo habrá dos opciones; una es que crezca siendo una persona de bien y la otra es que elijiera el camino torcido.

CENICIENTO Y EL PRÍNCIPE MESTIZO  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora