CENICIENTO Y EL PRÍNCIPE MESTIZO ✔

CAPÍTULO 24: 'SECUESTRO'

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El silencio al otro lado del teléfono no duró mucho, y pronto, Zhou Jinxing dijo calmadamente: "Zongxian, no sé de qué estás hablando".

Zhou Zongxian se mofó, "Segundo hermano, para qué molestarse en seguir con esta farsa, ya he investigado, los seis meses que estuviste desaparecido, estuviste viviendo en su casa. Por la forma en que apareció en la empresa aquel día, no parecían simples compañeros de cuarto normales. Inclusive tengo en mi mano evidencia muy interesante... Pero no te pongas nervioso, ¿por qué destruiría la reputación de mi segundo hermano? Después de todo, si el mundo exterior sabe que eres gay, la imagen en la que has trabajado tan duro se arruinará".

La voz de Zhou Jinxing se volvió un poco más siniestra, "Zongxian, ya tienes veinte años, ¿por qué no puedes ser más maduro y responsable? Tu cuñada y yo tenemos una buena relación, pero sobretodo, tengo la conciencia tranquila. Si mi desaparición provocó que otras personas empezaran a especular erróneamente durante los seis meses que estuve perdido, finalmente, también fue por tu culpa, pero, aun así, no te he culpado, ¿Por qué eres tan agresivo? Deberías poner tu mente en el lugar correcto y estudiar mucho, en vez, de estar pensando en estas cosas sin sentido todo el día. Sé que piensas que no soy digno de quedarme en la familia Zhou, pero no importa, pase lo que pase, soy tu hermano mayor, ahora mismo el abuelo está gravemente enfermo, muchas personas allá afuera están apuntando a Taian, la familia está atravesando un momento de crisis, ¿Puedes dejar de lado tu temperamento mezquino y ayudarme a superar esta dificultad?"

Zhou Zongxian estaba tan enojado que su rostro se puso rojo de la ira, "Deja de hablar tanta mierda todo el día, ya lo sé. No creas que los demás son tontos y no pueden ver lo que estás pensando, ¡¿Zhou Jinxing, ¿por qué eres tan hipócrita!?"

Zhou Jinxing suspiró, "Zongxian, olvídalo, no necesitas ayudarme, simplemente no me causes problemas, realmente, no conozco a la persona de la que estás hablando, así que entiéndelo, si tanto tiempo libre tienes, ¿por qué no vas a pasar más tiempo con el abuelo?"

Justo cuando estaba a punto de colgar el teléfono, Ding Xiaowei finalmente no pudo contenerse más y gritó: "¡Zhou Jinxing!"

Se hizo nuevamente el silencio al otro lado del teléfono.

Ding Xiaowei apresuradamente se abalanzó a quitarle el teléfono de la mano a Zhou Zongxian, mientras gritaba al otro lado del teléfono: "Zhou Jinxing, ¿tienes el maldito coraje de negar que me conoces? Tenías un agujero en la cabeza, ¿quién te brindó refugió y te llevó a casa, estás fingiendo tener amnesia frente a mí, estuviste comiendo y bebiendo en mi casa durante medio año. Yo, Ding Xiaowei, mantuve a un cerdo malagradecido, está bien, ahora podré sacrificarte y comer carne, qué afortunado soy. ¡Así es como piensas pagarme! ¡Eres una bestia! ¡Cómo te atreves a decir que no me conoces!"

La voz de Zhou Jinxing sonaba tranquila: "Señor, realmente no sé de qué está hablando, por favor, no se ande con tonterías. Si quiere dinero, solo pídalo, no quiero que por su culpa se se vuelva a arruinar la relación de hermandad que tanto nos ha costado tener".

Ding Xiaowei estaba tan atónito que deseó poder atravesar el teléfono y estrangular a Zhou Jinxing hasta matarlo.

Nunca había odiado tanto a alguien, lo odiaba tanto que cada vez que pensaba en Zhou Jinxing estando allí disfrutando del placer junto a su esposa y su riqueza, quería volverse loco.

Ante aquella declaración, no pudo evitar estremecerse, y poseído por la rabia, espetó: "Zhou Jinxing, lo tomaré como si hubiera criado a un puto perro desagradecido y hubiera gastado dinero para rentar un pato. Si yo, Ding Xiaowei, me molesto un poco más por ti, seré ¡un maldito maricón!"