CAPÍTULO 25: 'LO QUE SEA'

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En su vida, Ding Xiaowei nunca había pensado que llegaría un día en que estuviera bajo arresto domiciliario.

Aunque el trato era bastante bueno, tenía comida, agua, pero, aun así, a nadie le gustaría estar encerrado en una jaula, incluso si la jaula fuese de oro.

El médico vino varias veces y la fiebre de Lingling empezó a disminuir a partir de la segunda visita. Aunque la niña lucía muy letárgica, afortunadamente no era nada grave y podría recuperarse con unos días de reposo.

Al cabo de dos días, Lingling empezo a sentirse un poco más enérgica, pero, en cambio, había perdido la curiosidad por todo lo que ocurría en aquel lugar, así que empezó a preguntarle a su padre cuándo iban a volver a casa.

Ding Xiaowei también quería saber cuándo volvería a casa, pero ahora solo podía limitarse a decir superficialmente: "Pronto, muy pronto".

Ni siquiera sabía si iba a sobrevivir un día más. Qué pasaba si ese pequeño bastardo de Zhou continúa encerrándolos así, todavía seguirá faltando al trabajo, Lingling terminará faltando a la escuela, si esto continuaba, no terminarían siendo reportados como personas desaparecidas.

La red antirrobo a fuera de la ventana era extremadamente fuerte y casi imposible de abrir sin herramientas. Además, Ding Xiaowei tampoco se atrevió a hacer grandes movimientos por miedo a asustar a su bebé.

Era un hombre grande con manos y pies, pero no tuvo más remedio que esperar, lo que lo hizo sentir frustrado y enojado.

Después de haber estado encerrado durante tres días completos, incluso ya habían pasado casi la mitad del raro feriado nacional del mes de noviembre.

Lingling no podía entender por qué tenían que permanecer en esa habitación todos los días, y Ding Xiaowei tampoco podía seguir engañándola más, la niña se sentía cada vez más irritada, llorando y quejándose, por mucho que Ding Xiaowei intentara persuadirla, no servía de nada ya que solo quería irse a casa.

Esto enojó mucho a Ding Xiaowei, pero se mostró reacio a enojarse. Estaba tan ansioso que quiso golpearse la cabeza contra la pared.

Las cosas finalmente mejoraron en la tarde del cuarto día.

Nadie se acercaría a esta habitación por ningún motivo excepto cuando sea la hora de darles de comer, pero esta vez ya había pasado la hora del almuerzo, por lo que Ding Xiaowei escuchó pasos que provenían del pasillo.

Los nervios de Ding Xiaowei se dispararon a la locura, teniendo el presentimiento de que el pequeño bastardo de la familia Zhou había regresado una vez más.

Pero en el momento en que la puerta se abrió y miró a la persona, sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el pecho con tanta fuerza que no lo dejaba respirar.

Nunca esperó que quien apareciera frente él fuera Zhou Jinxing.

En ese momento en que las dos personas se miraron, innumerables emociones indescriptibles fluyeron en el aire, como si el tiempo se hubiera congelado.

El primer pensamiento que le vino a la mente a Ding Xiaowei fue que era una suerte que Lingling estuviera durmiendo. Qué triste sería si supiera que su amado tío Zhou, a quien extrañaba todos los días, la repudiaba.

Los ojos de Zhou Jinxing pasaron de su rostro a Lingling que estaba acostada en la cama, sus cejas se arrugaron ligeramente, como si quisiera decir algo, pero al final no dijo nada.

CENICIENTO Y EL PRÍNCIPE MESTIZO  ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora