Capítulo 5

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Capítulo 5: El precio del conocimiento.

–Harry, cariño– el sonido de la voz de James llegó desde la cocina de su hogar

– ¿Qué pasa?–preguntó el niño bajando del sillón demasiado alto para su corta estatura y dejando el libro que estaba leyendo sobre el sillón, para ir a ver a su papá.

–Ve a buscar a tu padre, por favor, ya casi está la cena–dijo James acariciando el cabello rebelde de su niño.

–Esta bien.

Harry sonrió a su papá para después correr de regreso a su sillón para tomar su libro e irlo a guardar.

Una vez que el niño dejó su libro en la biblioteca de la casa, emprendió la búsqueda de su padre por toda la casa, no era un lugar pequeño, así que se distrajo muchas veces con las cosas que encontraba en su camino, incluso intentó llamar a Nagini pero recordó que era su hora de cazar, así que siguió su búsqueda en solitario.

Fue hasta que entró en el estudio de su padre que se le ocurrió que probablemente estaba en el sótano.

Harry debatió consigo mismo un buen tiempo mientras estaba parado frente a la estantería de libros que su padre mantenía alejados de él. Gellert sabía exactamente como acceder al sótano, había visto varias veces a su papá entrar y sus manitas le picaban por querer tocar el libro que permitiría la entrada.

Antes de que lograr tocar el libro, las palabras de sus padres resonaron en su cabeza. Le habían prohibido la entrada hasta que fuera lo suficientemente grande para entender lo que ocultaba el lugar y la verdad era que nunca se acercó al sótano, sin embargo, ahora su curiosidad la estaba matando.

Justificando que su papá lo mandó a buscar a su padre, Gellert se acercó al libro que sabía movería el estante y lo jaló.

El estante apenas emitió ruido mientras se movía a un lado para revelar una pesada puerta de metal con un uruboros grabado en ella. Era la última oportunidad de Harry para huir.

–En el nombre de Slytherin, déjame pasar–dijo Harry en pársel, la lengua de las serpientes deslizándose suavemente en su boca.

No pasó nada por unos segundos, pero entonces la serpiente dejó de morder su cola para deslizarse a lo largo de la puerta y un único ruido indico que el paso estaba libre.

Lo primero que Harry sintió fue un fuerte frío colándose en su fino vestuario, era como la sensación de una mañana nevada.

El niño suspiró y como su papá le enseñó, conjuró un lumus en su mano, haciendo que una bolita de luz apareciera en su palma.

Con pasos cortitos y desconfiados, el niño bajó poco a poco por las escaleras de piedra intentando no caerse a medio camino.

Sus pasitos no se escucharon resonar, por lo que Tom no pudo prever que alguien venía. Tampoco pudo evitar que su hijo viera todo, porque cuando Tom fue consciente de la presencia de su hijo, era muy tarde.

Un silencio premonitorio se instaló en el lugar antes de que un grito desgarrador saliera de la garganta de Harry y Tom volteara con rapidez a su hijo, pero ya no había nada que hacer.

El escenario que presencio el niño fue demasiado horrible para sus ojos.

El sótano no era tan grande y no guardaba un dragón o alguna criatura peligrosa como Harry pensaba, no, ahí, en una habitación fría  como el invierno, estaban dos camas perfectamente normales, con sábanas blancas cada una y una mesa de metal en medio de ellas.

Pero no era la austeridad de la habitación lo que lo asustó, ni siquiera las agujas en la mesa de metal, lo que lo aterró y lo rompió fueron los cuerpos en las camas.

El ᥒιñ𑄉 de l𑄉𝘀ׅׄ e𝕥erᥒ𑄉𝘀ׅׄ [Drarry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora