El ᥒιñ𑄉 de l𑄉𝘀ׅׄ e𝕥erᥒ𑄉𝘀ׅׄ [Drarry]

Capítulo 10

Capítulo 10: Navegar en aguas turbulentas

Harry creyó que algo cambiaria luego de revelar la verdad a Draco, como si el giro de la tierra o la magia en el universo se movieran en diferente dirección, sin embargo, nada cambio.

El curso del día fue el mismo, asistir a sus clases que en su mayoría eran introductorias, como herbología, donde Harry conoció a una buja de esponjoso cabello castaño y a un mago de rojos cabellos.

Harry no dirá que fue un encuentro adecuado, pero sería inolvidable. Primero, ambos niños estaban peleando una maceta con abono, su pelea había escalado a los gritos, por lo que la profesora Sprout se había acercado a intervenir.

Fue pura coincidencia que Harry pasara por ahí, regresaba de vaciar su maceta cuando la sensación de algo pesado cayéndole en la cabeza lo detuvo.

Harry se congeló un segundo, todo el invernadero pareció quedarse en silencio mientras veían al hijo del ministro lleno de tierra en la cabeza.

--¡Harry!—el primero en reaccionar y por supuesto, correr al joven de ojos bicolor fue Draco.

El rubio llegó hasta su amigo con los ojos llenos de preocupación y fulminando con la mirada a los dos niños de Griffyndor que parecían congelados por el horror.

--Esperen que mi padre se estere de esto, es más, esperen que el padre de Harry se entere de esto—dijo Draco con enojo mientras intentaba quitar la tierra de la cabeza de Gellert.

Eso pareció hacer reaccionar a todo el mundo, la profesora Sprout se acercó por fin al accidente y tenía una mirada decepcionada.

--Que mal comportamiento fue ese, diez puntos de Griffyndor por perturbar el orden y poner en riesgo a un compañero—dijo la mujer sacudiendo la cabeza en negación, luego se acercó a Harry.

--Oh querido, no te preocupes, enseguida lo limpiaremos para quitar todo este caos—dijo la profesora haciendo un movimiento de varita para limpiar a Gellert.

Harry sintió una suave ráfaga de magia, casi percibiendo el olor de suaves flores y de nuevo estaba limpio.

Draco, no contento con eso, volteo sus plateados ojos a los niños que estaban pálidos por haber lastimado a Harry.

--Ustedes dos, van a disculparse con Harry y entonces iremos con el director para que pueda mandarlos a detención—dijo el rubio señalando a los dos.

La niña de esponjoso cabello pareció ponerse más pálida ante las palabras de Draco y sus ojos parecían a punto de soltar el llanto.

--Draco, es de mala educación señalar a las personas y tampoco necesitan ser llevados al director—con eso volteo al par de Griffyndor – Sólo tengan cuidado la próxima vez.

--¡Pero Harry!—dijo Draco con su voz llena de quejas.

--No pasó nada grave Draco, no hay necesidad de hacer un escándalo, sólo fue un accidente—con eso, le dio una sonrisa suave a los niños de rojos colores y tomó a Draco del brazo para moverlo de nuevo a sus puestos.

Draco siguió quejándose todo el tiempo acerca de decirle a su padre, sin embargo, Harry permaneció imperturbable.

A decir verdad, la muestra de control de la situación por parte del heredero Gaunt impresionó más de uno, así que la situación estaría en boca de todos para la cena.

Draco y Harry siguieron su horario normal, encantamientos primero y transfiguración después. A Gellert incluso se le había olvidado el desafortunado encuentro en herbología, cuando, a la hora de la comida, los dos niños se acercaron a la mesa de Slytherin
--Amm, hola, yo…Nosotros queríamos disculparnos—dijo la niña de esponjoso cabello con su voz temblando levemente pero su postura firme, sin miedo. Ella sabía que ya había cometido un error al titubear al inicio, le habían enseñado en la primaria mágica que uno nunca hablaba así con un heredero.