Nota 30 (Carta 2): Johan

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Ay Selene, no tienes ni idea de lo que estoy pasando.

Los días se me hacen eternos, cuando estaba contigo parecía que no eran suficientes las veinticuatro horas.

Me pregunto cada día si será prudente ir a buscarte en medio de mi caos interior. Porque aunque tú desidiste irte y yo no te detuve, me pregunto si seguirás siendo la misma persona.

Porque, Selene, te amo. Con toda mi alma. Pero es que no podía seguir así. Si ibas a esperar toda la vida que yo te detuviera entonces sería como tirar de una cuerda que te ataba a mí aunque tú no quisieras realmente irte.

Todo es tan complicado. Todo es tan imposible.

Odio no poder salir tranquilo porque en cada chica que veo pasar te veo a ti. En cada risa que escucho me acuerdo de la tuya. En cada noche solitaria recuerdo tus besos de medianoche y tus caricias aún cuando estabas dormida.

En cada momento, te recuerdo a ti. En cada silencio me acuerdo de tus dramas y en cada "tic" del reloj recuerdo tu impaciencia.

En cada parpadear me acuerdo de ti. Cada mañana lo primero que pasa es que recibo una cuchillada al corazón al no sentir tu piel con la mía. Y cada día muero un poco más.

Nunca creí que un amor podía pasar de todo a nada. Nunca creí que tú pudieras ser ese amor efímero y precioso pero que mata.

Nunca creí que un día no ibas a estar más, no íbamos a ser más.

Te llevo en mi corazón, Selene. Te llevo en cada latido.
Y cada vez que la sangre fluye por mis venas me siento lleno de ti pero vacío por tu ausencia.

Te amo. Nunca me voy a cansar de decírtelo. Nunca me voy a olvidar de nada de lo que fuimos y lo que aún somos.

Siempre te voy a echar de menos..., siempre te voy a buscar en el otro lado de la cama..., siempre vas a seguir tatuada en mi corazón.

Para el alma que no tengo [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora