Los últimos días de la semana han pasado volando. Entre ensayos y algo de promo ha llegado el martes y estoy ansiosa por ir a grabar.
Me hace tremenda ilusión presentar un programa de televisión. Y puede parecer una bobada, porque al fin y al cabo he hecho muchas series y he sacado un par de discos que han tenido sus largas giras, pero presentar un talent ha sido siempre un sueño para mí, desde que era una cría.
Siento que se abre una nueva etapa en mi vida profesional. He dejado un poco a un lado mi faceta de actriz, aunque la retomaré en cualquier momento, estoy empezando un disco nuevo en el que voy a mezclar distintos estilos y culturas y voy a trabajar con productores de muchos sitios, y ahora voy a dar el salto a la televisión.
Cuando llegué a Madrid hace 5 años no me imaginaba llegar tan lejos ni cumplir tantos deseos que he tenido toda la vida. Salí de un pueblito gallego y llegué a la capital arrasando con todo. Y aún con todo lo que he conseguido, sigo aferrándome a mis raíces y teniendo bien claro quién soy, y no he perdido la ilusión del primer día, así que todo me emociona tanto como mi primera actuación en las fiestas de mi pueblo.
Entre estos pensamientos estoy cuando el coche que ha venido a buscarme para en la puerta del recinto y yo me bajo dando las gracias. Ana repite mi gesto y ambas entramos enseñando nuestras acreditaciones.
-Tienes que ir primero a vestuario, Miriam.- dice mi amiga cuando me paso de largo la puerta en dirección al camerino.
Yo entro tras Ana y ahí me encuentro a mi estilista ya esperándome. Elijo un conjunto de chaqueta y pantalón blancos con un motivo granate, botines negros y cárdigan granate.
Después voy a maquillaje y peluquería donde me encuentro a Rafa. Me alisan el pelo y me hacen un eyeliner de ojo de gato.
Una vez estoy lista, me voy a la sala común para tomarme un café con Ana, ya que la grabación empieza en media hora y mis compañeros no están listos aún. Me hago unas cuantas fotos en el espejo en lo que ella prepara el café y en esas llega Mimi.
-Qué guapa.- dice al pasar a mi lado ella aún sin maquillar.
-Gracias.- sonrío yo sin saber qué más decir y notándome algo nerviosa. Ella se va por el otro pasillo hacia la sala de pelu y maqui, sin darme tiempo a reaccionar.Ana viene a mi lado con dos tazas y me tiende la mía sonriendo.
-¿Ves como no pasa de ti?- se refiere a la conversación que tuvimos en el coche el primer día que conocí a la granadina. Yo asiento y bebo de mi café sin decir más y esperando a tranquilizarme de nuevo.Mi amiga no dice nada más, pero me observa con media sonrisa al percibir mi nerviosismo. En un momento determinado hasta suelta una pequeña risita.
-¿Qué?
-Nada, nada.- vuelve a reír, pero sé perfectamente lo que está pensando.
-Me ha pillado desprevenida, ya está.- digo zanjado el tema.
-Ya, si yo no he dicho nada, has sido tú...- yo resoplo.La grabación empieza, y al ser la presentadora soy yo la que sale al escenario a abrir el programa.
-Buenas noches, ¡bienvenidos a The Dancer!- digo avanzando por el escenario cuando el espejo se abre.- Bailarines de todo el país, de todas las edades y de todos los estilos de baile se preparan para la prueba más importante de sus vidas. Y todo empieza aquí, en el estudio de The Dancer.- el público aplaude y yo hago una pequeña pausa.- Pero esta no es una audición cualquiera: los participantes bailarán frente al espejo que solo se abrirá si consiguen el 75% de los votos del público. Así que el poder está en vuestras manos.- digo señalando al público presente en plató.- Y no creáis que estoy sola esta noche, para liderar los equipos tenemos tres capitanes, tres grandes figuras del panorama del baile en nuestro país.- el público se levanta y doy paso a mis compañeros.- ¡Miguel Ángel Muñoz!- él entra bailando y me saluda con las manos cuando se sitúa en su lugar.- ¡Lola Índigo!- el público enloquece.- Y ¡Rafa Méndez!