¡Por fin!
Al fin Miriam se lanzó a hacer lo que llevo semanas esperando. Yo no iba a ser la primera que se lanzara porque aunque tengo claro lo que siento, no se lo que siente ella. Ahora sé que, por lo menos, tiene ganas de besarme.
El lío se alargó un rato, y luego nos fuimos al sofá, donde pasamos un rato al sol tranquilitas y dándonos mimos.
Ahora voy de camino a plató en el coche de Ricky. Ella se fue a la hora de comer y mi amigo me ha venido a buscar hace unos minutos.
-Bueno, que estás muy callada... ¿estás nerviosa?- de pronto me vuelvo a acordar del programa, de mis preocupaciones sobre las expulsiones de esta noche y la estabilidad de mi equipo.
-Calla, que se me había olvidado eso...- digo fingiendo un lloriqueo.
-¿Entonces? ¿en qué piensas, rubia?
-En quién.- corrijo, y mi amigo se queda sorprendido.
-Miriam ¿no?- yo asiento.- Cuenta.
-Está mañana hemos quedado a desayunar, y luego se ha venido a mi casa.
-¡No te creo!- dice imaginándose cosas que no han pasado.
-Espera, que no... A ver, se ha venido a ayudarme con la lavadora nueva que no hay quien la entienda.
-Joder, Mimi...
-¿Me vas a dejar hablar?- digo ya cansada de sus interrupciones.- Hemos puesto la lavadora, hemos empezado a tontear... y me ha besado.
-¿Ella?- yo asiento sonriente.- Madre mía, ya era hora. Si es que te tenías que haber lanzado antes...
-Ya, bueno, pero ahora sé que me quiere besar, osea que por lo menos le atraigo.
-Le gustas.- me corrige y yo chasqueó la lengua.- ¿Y qué le has dicho?
-¿De qué?
-¿Sabe que te gusta?
-Pues, no se, yo no le he dicho nada.
-Tía...
-No me iba a declarar, Ricardo.- digo gesticulando.- Que ya bastante que le he dicho que si le tenía ganas.
-¿Y eso?
-Mientras se pensaba si besarme o no, le he preguntado si por fin me iba a besar.- Ricky se ríe un poco.- Oye, pues ha funcionado, me ha besado.
-Si a ti te funciona todo...- se queja.- ¿Vas a hablar con ella?- yo resoplo.
-No se, voy a ver cómo va surgiendo la cosa... y ya hablaré con ella. Pero me quiero asegurar de que no ha sido un calentón y ya.
Ricky aparca el coche y yo me bajo de este muy rápido, casi sin esperar a que apague el motor. La cosa es que he visto el coche de Ana, que ya conozco de estos días, y eso significa que Miriam ya está aquí, la canaria siempre llega algo más tarde que ella.
Entro a plató sin esperar a Ricky, que se queja un poco más atrás. Cuando estoy llegando a los camerinos reduzco la velocidad y dejo que me vea al pasar por su puerta abierta.
-Mimi.- me llama. Yo retrocedo victoriosa haciendo que no la he visto.
-Ay, hola.- digo pasando ya que está sola. Ella sonríe y viene a abrazarme.
-Qué guapa con la gorra.- comenta algo vergonzosa.
-Gracias.- dejo un beso en su mejilla.- Tú estás preciosa siempre.- hago que se ponga más roja.- Estaba pensando... qué igual podíamos quedar un día de estos, ¿no? con un plan como el de esta mañana...- sugiero acercándome a ella.
-¿Quieres que te ponga la lavadora otra vez?- sonríe con doble intención pegando su cadera a la mía.
-No me ha quedado del todo claro, solo sería un recordatorio...- me da un pico dulce.- o igual necesito otra vez la explicación entera...
Engancha mis labios sin dejarme hablar más. Esta Miriam me gusta todavía más si cabe. Con buena iniciativa y emprendedora, va a tener buen futuro, desde luego. Sobretodo conmigo.
La puerta se abre tras un par de golpecitos y se asoma Rafa. Mierda. Miriam se separa de mí rápidamente.
-Perdón, perdón.- dice Rafa al ver la situación. Sale y cierra la puerta más rápido que el viento. Nos quedamos en silencio mirándonos la una a la otra. Empiezo a ver las mejillas de Miriam colorear se. Rafa se ha ido tan rápido que ni siquiera ha dado tiempo a que le suba del todo el color. Nos miramos algo cortadas, no sé cuál va a ser su reacción, hasta que oímos un susurro de Rafa al otro lado de la puerta.
-¡Lo sabía!- celebra. Ambas estallamos en una carcajada.
-Vaya cuadro...- se ríe la gallega.
Tras la interrupción, me voy a mi camerino porque nos están llamando de maquillaje. El programa empieza en un ratito y aún no estamos listas.
La segunda semifinal se presenta emocionante. Me vuelven a entrar los nervios de esta mañana. Confío en mis concursantes, cien por cien, pero eso no quita que pueda pasar cualquier cosa, porque todos los semifinalistas son muy buenos y van a darlo todo, de eso no tengo dudas.
Voy detrás del escenario para esperar mi entrada y Rafa me recibe con una sonrisa cómplice, aunque no me dice nada al ver lo nerviosa que estoy. Los chicos me calman bastante y entro más segura a plató.
Todo pasa muy rápido. Me da un poco de bajón al ver el vídeo de mis niños, pero luego me acuerdo de los ensayos que he visto de mis semifinalistas y vuelvo a coger confianza. Tener a Miriam cerca también me hace estar más tranquila, así que me relajo durante los primeros minutos y disfruto un montón del resto del programa.
Me veo en un aprieto cuando tengo que escoger quién se queda en el programa y quién se va, sobretodo porque cada aspirante es del equipo de uno de mis compañeros, pero obro con el corazón y me quedo tranquila.
Y el programa acaba, y me quedo muy contenta y orgullosa de mi equipo, pero me entra un gusanillo en el estómago sabiendo que no queda nada para que esto acabe, y aún pueden pasar muchas cosas en la final.
-¿Quieres quedar estos días?
-Claro.- digo sonriente viendo a Miriam en mi puerta.- ¿Cuándo te viene bien, reina?- ella sonríe ante el piropo y luego se acerca un poco.
-No se... El jueves tenemos que venir a grabar cosas para la final, osea que ya nos vemos aquí... - piensa un poco.- ¿El miércoles te parece?
-Vale, el miércoles.- acepto.- Pero mejor por la mañana, ¿vale? Es que tengo cosas por la tarde.
-Como quieras.- dice acortando la distancia y dejando un beso en la comisura de mis labios. Yo aprovecho para enganchar su labio superior con mis dientes y después con mis labios.- Me tengo que ir ya, tengo una cena de trabajo.- hago un puchero.- Anda, si nos vemos en nada...- dice colándose entre mi cuello y mi hombro. Yo dejo un beso en su pelo y me despido.
