Capítulo 4

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Mientras tanto en el despacho de abogados Olmos...

-Johan! Desde que volviste de Amsterdam estas muy distraído, vamos somos amigos desde niños no me puedes engañar, ¿paso algo en tu viaje que deba saber?

Dijo Felipe mejor amigo de Johan.

-Fel, ¿es posible para nosotros enamorarnos de alguien común? ¿De bajos recursos?
-Vamos Johan, sabes bien que quizás de mi se lo esperan todos, después de todo soy el alfarero más reconocido de América y dueño de varios museos, pero.. ¿Tú? Eres el heredero de los despachos Olmos y de la prestigiosa Universidad "Olmos", todo el mundo espera que seas emparejado con una dama de alta sociedad.
-Lo sé, pero... sabes qué déjame sólo un momento Fel, y dile a mi asistente que venga.
-Me dijo el Sr. Felipe que usted deseaba verme, dijo Hugo el asistente de Johan.
-Pasa y siéntate, toma nota de todo lo que te diga y por favor mantenlo en secreto. En mi viaje a Ámsterdam conocí una chica, pero no supe jamás su apellido, pensé preguntárselo el día del vuelo pero ella no llegó, el número que me dio parece estar inexistente.

En la desesperación por volver a ver a su padre volteó su celular en la calle y cuando quiso recogerlo un auto le pasó por encima resumiendo a su móvil a pedazos de plástico y vidrios rotos, al llegar a casa obtuvo uno nuevo y obviamente ella no sabía el número de Johan de memoria y el llamaba en vano a ese número.

-Desconozco su paradero, solo sé que se llama Alejandra no sé su apellido, no tengo datos de su familia etc, quiero que contrates uno de los mejores investigadores de todo New York, para que me de una pista sobre ella.
-Si como usted ordene joven Olmos, estoy a sus ordenes en todo momento y le aseguro que muy pronto tendrá resultados de esa persona.

Luego que Hugo se retiró, se siente abrir la puerta.

-¿Olvidó decirme algo Hugo?
-No soy Hugo, luego de que me corriste como a un perro de Ámsterdam ¡vine a verte!

Era Gina, la cual esa noche fue humillada por Johan y de juro a si misma hacer pagar a Johan y a esa mujer la humillación, después de todo haber sido sacada del hotel atada y devuelta a su casa así no fue una experiencia divertida, hasta su padre e advirtió que dejará a Johan en paz él sabía bien que su hija no estaba a la altura de un Olmos, pero Gina estaba obsesionada, de igual manera se aseguró de encerrarla un buen tiempo.

-Gina, de verdad estoy agotado, mi tiempo es reducido y no quiero lidiar contigo hoy.
-Sólo vine a advertirte, Joban !juro que te haré pagar todas estas humillaciones!
-¿Perdiste la razón? ¡Retírate ahora mismo de mi oficina y no vuelvas más!

Lo que Johan no sabía era que Gina había escuchado la petición que le hizo a Hugo. Pasando un mes, Hugo logró encontrar pruebas de la mujer que Johan le había encomendado, gracia al investigador privado que contrató, no fue tarea fácil, ya que lo único que poseía era el nombre y una fotografía que Alejandra le regalo a Johan la, última vez que se reunieron, de igual manera Gina no se quedo atrás, gracias a la conversación escuchada detrás de la puerta de la oficina, Gina intimidó al investigador, y le saco la información que le había entregado a Johan, en su cabeza se burlaba porque realmente ella también creía que Alejandra venía de una familia humilde, encontrar la dirección de Alejandra fue fácil, pero sólo del departamento que tenía por los suburbios, de ahí en más los antecedentes familiares de Alejandra no aparecían, se había encargado de ocultar su vida privada.
Gina corrió al departamento de Alejandra, en vano porque encontró un lugar vacío, a precipitó a retirarse calculando que Johan llegaría pronto, y así fue, se decepcionó al llegar y no hallar a nadie.

Romance Pasajero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora