Capítulo 5

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Los días pasaron, 15 para ser preciso.

¡Hola! Johan, tengo una invitación a un evento social de la familia López Quiroga, van a presentar en sociedad a la heredera de Don Santiago, y quería saber si vas a acompañarme, una de mis ceramiqueras se encarga de proveer de vajilla de alta calidad a sus hoteles. Quien sabe en una de esas al conocer a la misteriosa Dama te olvides de tus males de Ámsterdam.
-¡Está bien, iré y no por olvidar, si no porque odio escuchar tu letanía Felipe.

Y llegó el día del evento, la noche estaba estrellada, como amenizando algo que pasaría, Johan y Felipe fueron los últimos en asistir, en realidad Johan no quería asistir se hizo del rogar de su mejor amigo, lo que nunca imaginaron que esa noche seria fenomenal, hasta el cielo lo sabía, era la hora del banquete, cuándo hicieron la presentación de la heredera del Sr Santiago Quiroga.

-Felipe creo que estoy soñando, ella, ella es la chica de la que tanto te he hablado, por favor dime que no es un sueño y que es realidad lo que mis ojos están viendo
-Amigo mío no estarás alucinando, ¿tienes fiebre?
-Te juro que no estoy mal, me siento perfectamente, es más hoy me siento mejor que nunca.

Mientras tanto las puertas del salón se abrieron para revelar a una mujer entrando, no era otra que Gina, que asistió de pura curiosidad y siguiendo a Johan, obviamente no tenía tarjeta de invitación pero para ella no existan límites a la hora de conseguir lo que quería, sedujo al guardia que la dejó pasar, la razón por la que Johan la dejó era porque ella no podía controlar la manía de seducir a todo hombre que se le pasaba.
Johan se apresuró a llegar a donde Alejandra estaba, justo cuando ella atendió su celular y salió llorando y corriendo, era del hospital lo que más temía llegó, el Sr Santiago López Quiroga falleció.
Johan se quedó parado sin reacción, ¿lo vio y se fue?, se volvió a Felipe y le dijo que se tenía que ir, llamó a Hugo y le pidió que averigüe de los López Quiroga, quería ya un informe completo. Cuando Hugo entregó los papeles a Johan comprendió todo lo que estaba pasando pidió la ubicación del hospital quería acompañar a Alejandra, cuando el llegó Ale junto con Luna se encontraban arreglando el funeral.
-¿Ale?

Cuando sintió una voz desconocida Luna se puso delante de Alejandra y bombardeó a Johan de preguntas.
-¿Quién eres?, ¿porque estás aquí?, ¿quien te dejó pasar?, ¿para que buscas a mi
hermana?

Johan miro al doctor y al mismo tiempo enfocó su mirada tras Luna, Alejandra estaba inmóvil y sorprendida y pálida como si hubiera visto un fantasma, cuando comprendió el estado defensivo de su hermana reaccionó y le explicó que en realidad lo conocía y que estaba bien, en ese momento Luna se disculpó y los del solos para que hablen, pero Johan no dijo nada sólo la miro y se retiró, ella se quedó pensando que paso, supuso que todo lo que pasó en el viaje había quedado en el olvido, sólo miro a Johan retirarse y suspiro.
Fue un golpe muy duro asimilar que su padre había fallecido llegó a la sala de velatorio acompañada de su hermana, fueron momentos difíciles su único apoyo era una a la otra, Johan asistió al velatorio del señor Quiroga, a pesar de haber dejado el hospital así no fue por lastimar a Ale, solo que no soportaba ver a Ale sufrir así y su intención era hacer sentir bien a Ale pero no sabía cómo, por desgracia Johan no llegó sólo, Gina no dejaba ni respirar a Johan, parecía como abeja pegada en miel, pero, no corrió con la misma suerte de antes.

Romance Pasajero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora