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CYJ pasó las siguientes doce horas junto a un grupo de querubines para aprender sobre los humanos, su señor les dijo a los angeles que debían capturar siquiera a cuatro demonios para poder volver al cielo, CYJ estaba ansioso por ir, pero sabía que no sería fácil identificar a un demonio, según lo que estaba aprendiendo, los demonios tenían una apariencia casi igual a la de los humanos, eso complicaría mucho su tarea.

Aún con todo el conocimiento que había adquirido no comprendía que mal hacían los demonios,  según le dijieron los querubines los demonios no suelen molestar a los humanos y pocas veces interferían con su fe, volviendo al tema recordó lo más importante, él era un angel y su función era servir a Dios por lo que sus pensamiento no importaban en lo más mínimo.

A la mañana siguiente todo estaba listo para el descenso de los angeles, se divideron en diez grupos de al menos cien angeles de última división cada uno, todos  liderados por un arcangel, BC era un angel de antigua división que pasó mucho tiempo en la tierra por lo que sería quien ayudaría a CYJ en su trabajo en la tierra.

—ya pueden descender a la tierra— dijo Dios cuando todos estaban listos.

Dios, era el ser superior a todos, creador de todo lo habido y por haber, quien tenía la autoridad de juzgar sin ser juzgado, un ser perfecto, creo a los humanos a su imagen y semejanza para que estos obedecieran sus enseñanzas y lo adoraran solo a el.

La mayoría de angeles como CYJ desconocía la verdad, algunos como los de la antigua división preferían fingir demencia y otros la divulgaban en el mundo humano sin control implorando por un un cambio, nadie podía hacer nada y eso todos lo tenían más que claro.

. . .

Los angeles ya estaban en el mundo humano, era una tarde lluviosa en Seúl el lugar que correspondió a CYJ y los demás de su grupo. Se habían separado para buscar por su cuenta, todo estaba tranquilo hasta que CYJ vió a un chico que estaba corriendo caer de culo al piso.

El angel se apresuró a ayudarlo a levantarse al ver como las demás personas eran indiferentes con el chico.

—¿te encuentras bien?— dijo CYJ ofreciendo su mano al chico de cabello negro.

—creo que si, gracias— el chico le respondió tomando su mano para ponerse de pie.

—¿como te llamas?— CYJ sintió curiosidad por él, era el primer humano con el que interactuaba y debía decir que era hermoso.

—Choi Beomgyu, ¿y usted?— dijo aún sin soltar su mano.

—Choi Yeonjun, un placer— le respondió usando su nombre humano, se sentía a gusto de que el chico aún sostuviera su mano.

—¿quiere ir a comer algo como agradecimiento?— Beomgyu sentía una rara atracción hacía ese chico, como si algo de el lo llamara.

—no debes molestarte, solo hice lo que cualquier persona haría— dijo Yeonjun restándole importancia a su acto.

—no cualquier persona lo hace, por favor déjeme agradecerle— insistió Beomgyu negándose a recibir un no como respuesta.

—bien, dejaré que me invites un café, Beomgyu— el de pelo negro asintió con una sonrisa de satisfacción al escuchar que el más alto aceptó.

Cuando llegan a la tierra tanto ángeles como demonios recibían un destino, ¿podría ser este encuentro más que una coincidencia?

Take me to the hell | YeongyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora