#02 Les deseo un buen día

1.5K 144 7
                                    

Oculta entre las brillantes luces de Londres se encontraría (t/n) viviendo, en medio de tantos edificios que lo cubrían todo, ocultándola entre tantas personas en su misma situación, luchando a conseguir mantenerse con vida con vestimentas descuidadas, con días sin comer, porque no alcanzaba a conseguir algo, y despertar en ese vagón con las vestimentas costosas fue como un nuevo inicio, queriendo disfrutar al menos de existir en una vida mucho más confortable, cubierta con una sombrilla de las peores tormentas.

Irrealista: Esa no era su vida exactamente & aprendería que a veces soñar puede aniquilar muchas otras cosas de mayor importancia como la bondad.

—Para que sepan — continuo Tewkesbury con orgullo por sus logros del día —, realice un intrépido y ágil escape que no...

—No has escapado — corrigió Enola —. Hay un hombre con sombrero marrón buscándote en cada rincón de este tren y cuando te encuentre pensará que te ayude y eso me pondrá en gran peligro, es por eso que te pido que salgas de este vagón.

El incomodo silencio se instaló en el compartimento entre todos ellos con (t/n) mirando sus propias manos. Encerrándose en su mundo, deslizo los guantes blanquecinos fuera de sus dedos, únicamente revelando unas limpias manos, uñas cuidadas, y además de ello un anillo de compromiso que no era nada cómodo, tomo la decisión de levantarse, olvidando su libro en el asiento, un hecho que Enola noto, quería encontrar un espejo prontamente a ver si su reflejo posiblemente se vio alterado, si tenía una historia en ese mundo, parecía sufrir amnesia al no saber nada, aparentemente tenía un prometido llamado Anthony, por el momento decidió simplemente no prestarle demasiada atención.

Caminar en los alrededores de ese tren se sentía casi como un enorme privilegio, nunca había tenido el dinero suficiente para tales cosas.

—Procurare marcharme antes de verme envuelta en grandes embrollos — les hizo saber (t/n), resultando extraño ante Tewkesbury como no usaría los guantes, todas las mujeres los usaban, pero (t/n) sin ser demasiado conocedora, no tenía idea —. No anhelo verme envuelta en más problemas con los cuales lidiar, así que, si me disculpan, me retirare de este compartimento antes de que nos maten a todos.

—Para ser una dama no actúas como tal, sino como... una niña pequeña que recién está aprendiendo del mundo.

—¿Debería de actuar de otra forma menos amable? — inquirió (t/n) prontamente dando media vuelta sobre sus talones, encarando a Tewkesbury, aunque no estaba tan enfadada, solo que vivió mucho tiempo conociendo a personas de la alta sociedad que la mirarían de mala forma, y que tuvo que aprender a madurar a prisa —. Podré actuar de muchas formas, pero continúo siendo solo una chica — dijo, en lugar de repetir la misma palabra que él, esto a Enola le causaba bastantes preguntas —. Solo quiero mantenerme en el rumbo que la vida me dio, no en problemas que podrían costarme caros, no son mis problemas.

Esa fue su contestación antes de abandonar el compartimento incómodamente al uso de los zapatos con tacones. Casi perdiendo su equilibrio al usarlo, si bien (t/n) vestía como de la alta sociedad sus maneras de comunicarse carecían de encanto u elegancia, quitándose los guantes, olvidando sus pertenencias, era... tan rara, pero también admiraría conocer a otra persona que no tuviese miedo de decir lo que pensaba.

Aunque sintió lastima ante (t/n) cuando Tewkesbury se levantó de su asiento a prisa con intenciones de seguirla, era más claro que el agua.

—Me parece que ambos no somos tan diferentes — indico él, trotando hasta el lado de (t/n), la chica que en realidad más que apresurarse estaba estudiándolo todo, era la primera vez en uno de esos trenes anticuados, no quería perder ni un solo detalle.

—¿Cómo osas seguirme? — inquirió al oírlo a su lado, mirándolo de soslayo sin detener su caminar —. ¿Qué parte de no quiero problemas no ha comprendido esa terca cabecita tuya?

—Puedo notar en tu mirar qué pides a gritos ser rescatada de ese matrimonio.

—¿Qué?

Cuestiono, siendo atrapada pensando en todo ello; era un anillo de compromisos perteneciente a Anthony, su supuesto prometido que no conocía o rememoraba, prácticamente tenía todas las memorias de su aburrida & estresante vida, pero esto, no tenía la más remota idea de cómo contestarlo, solo cayendo que debía de ir en base de mentiras.

—A diferencia de ti vizconde bobo, no estoy huyendo, tengo un deber importante que cumplir, no me considero una cobarde, incluso si no es algo que anhele, debo cumplir con ello a como dé lugar.

—Seeeeeeguro — contesto en burla.

—Hey, hablo muy en serio.

—Puede que digas que no huyes... ¿Pero entonces, en donde se encuentran tus pertenencias, tú equipaje de viaje?

—Me gusta viajar ligero — mintió, ni siquiera (t/n) tenía la menor idea de nada, ese sueño parecía ser lo más ordenado que otros.

Exclamo, agitando una de sus manos al tiempo en que desde una distancia más extensa Tewkesbury tembló & empalideció, su sonrisa se esfumo al notar al hombre de sombrero marrón en la distancia, la misma descripción que le dio la otra desconocida, sin tomar un tiempo más tomo con prisa y descuido la mano de (t/n), desde donde ella no tomo en cuenta que el anillo de compromiso voló en los aires, rebotando en el suelo, un anillo costoso abandonado.

—¡Suéltame! — exigió (t/n), intentando luchar en su contra — ¿¡Como osas hacerme cómplice de tus problemas!?

—Silencio — pidió en un susurro, sin tener más opciones que cubrir la boca de (t/n) con su mano, sin demasiada presión, no quería asfixiarla, solo necesitaban salir de ahí con prisa, manteniendo a la chica a su lado en todo momento, abriendo la puerta del compartimento para ocultarse, empujando a (t/n) a los asientos, quedándose al lado de ella, pero Enola no pudo estar contenta con su regreso.

No, ella no estaba para nada contenta de verlos ahí nuevamente, tenía asuntos de mayor importancia que preocuparse por el bien estar de esos dos extraños.

—Tienes que ayudarnos... no alcanzo a vernos — suplico él, ahora manteniendo su mano en el brazo de (t/n), ella no se quejó, no cuando sabía que estaban en peligro, estaba atada a los problemas con tan solo ser vista por el hombre.

—Por supuesto que si — contesto Enola, levantándose con intenciones de abandonarlos —. Por lo tanto, les deseo un buen día.

Los abandono como tenía en mente hacer, cerrando la puerta tras suyo, sin importarle cuando paso al lado del hombre que sin duda pudo encontrarlos pronto, y (t/n) siquiera sabría cómo actuar en esa clase de situaciones, pero también pensó que si ansiaba cambiar sus maneras de actuar debería comenzar desde ahora.

O intentarlo, muchos problemas en su vida tambaleante, pero si podía iniciar de nuevo, incluso si solo se tratase de un sueño, lo intentaría, tenía que, sus instintos la animarían a enfrentarse a nuevos obstáculos por delante, sus nuevos destinos. 

Kiss The Girl {Enola Holmes & Lectora} FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora