Diario de una Banshee

CAPITULO VI

Después de un día de mierda agotador necesitaba un baño de espuma para relajarme, con la música a todo volumen.

Llene la bañera hasta al tope, la espuma casi salía por los bordes. Me puse dentro e intente olvidarme de todo y relajarme. Puse música con mi móvil y empecé a cantar. No sé si se le podía decir cantar a eso. La verdad para ser sincera cantaba mal, muy mal, siempre me auto consolaba con que me sabia las letras. Estaba cantando muy alto, baje el tono, no quería que Jake me escuchara y después se riera de mí.

En el baño teníamos una gran ventana en el techo, justo encima de la bañera. Era de noche y me distraje con la gran luna que había, era imnotizante.

Sentí unos fuertes golpes, procedentes del sótano. Qué raro, ¿golpes, en el sótano?

Un día de pequeña, también oí unos fuertes golpes como los de hoy, también procedentes del sótano. Como todos los niños pequeños la curiosidad me empujó a ver qué pasaba. Abrí la puerta del sótano y empecé a bajar las escaleras. Además de golpes también se oían gritos. El sótano estaba insonorizado. Una mano me cogió y me empujó para arriba, antes de que viera algo, era mi madre.

Me digo que nunca entrara al sótano que habían monstruos muy peligrosos y que los niños pequeños no podíamos entrar en lugares así.

Pero ahora ya no era una niña y además mama no estaba. Salí de la bañera y me rodee mi cuerpo desnudo con la toalla, baje las escaleras para ir al sótano. Me pare justo delante de la puerta y sin dudar abrí la puerta. Escuche unos gritos ahogados, pero me resultaban familiares. Acabe de bajar las escaleras. Me quede paralizada, con la boca abierta, no me lo podía creer. Había un chico de ojos amarillos brillantes y pelo castaño, esposado a una verja electrificada, con heridas por todo el cuerpo. Lo conocía, joder si lo conocía. Era Will.

¿Qué hacía esposado en mi sótano?

Estaba en estado de shock.

Camine hasta estar delante de él y le mire a los ojos.

-Kim...- no tenía ni fuerzas para hablar.

El sótano era grande, con armas de todo tipo y muchas otras cosas que nunca había visto en mi vida. Mire a mí alrededor para ver si veía las llaves de las manillas, pero no estaban por ningún lado de dónde alcanzaba mi vista. No sabía cómo quitárselas, no me pasaba por la cabeza ninguna manera de poder quitárselas, hasta que vi un hacha. La cogí e intente romper las manillas cuando...

-¿Qué haces?- ese tono de advertencia solo podía ser de alguien. Era mi hermano.- ni se te ocurra romper las manillas!

¿Qué? ¿Estaba insinuando que él le había puesto esas manillas y le había encerrado en el sótano?

-¿Que hace él esposado en nuestro sótano?- exigía una respuesta.

-¿Porque has entrado?- ah, no eso no. Odio que me contestase mis preguntas con una pregunta. Parecía que no me quería contar nada.

-Contéstame, te he hecho yo la pregunta primero. Y creo que me debes una explicación.

-Aún eres pequeña para saber la verdad.

-Que sepa ya soy mayor de edad y ¿la verdad?

-Nada, vete.

-¡Desátalo!

-¿Qué relación tienes tú con un maldito hombre lobo?- como sabía que era un hombre lobo. Me estaba ocultando la verdad, pero ¿de qué?

-Es mi amigo. ¿Y cómo sabía que es un hombre lobo? Cuéntame toda la verdad.- vi su expresión de rendición.

Estaba empezando a relacionarlo todo. Esa vez de pequeña, cuando ni madre me detuvo antes de ver que había en el sótano, decía que había monstruos, los hombres lobos debían ser sus supuestos monstruos.

-Nuestros padres no murieron de un accidente de tráfico. Su manada los mató.

Era demasiado, mi cabeza no podía procesar ninguna revelación más.

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Gracias a todos los que están leyendo mi novela, ya son 400 lecturas. Espero que les esté gustando, por favor votad.

Lo siento por tardar mucho en subir, últimamente estoy muy ocupada.