Me puse las manos en la cabeza. Esperaba cualquier cosa menos esto.
Necesitaba saber absolutamente todo lo que les había sucedido a mis padres.
-Jake, quiero saberlo todo. Todo lo que sucedió.
-Kim ahora no es momento para hablar de esto.
-Me parece que si lo es. Tú mismo has hablado, pues entonces ahora lo cuentas.
-Vale- por fin se rindió.- Papa y Mamá eran cazadores de criaturas subterráneas, igual que nuestros antepasados de los O'dair. Ellos obtuvieron al cargo a los 18 años, como todos los otros, menos yo. Cuando Mamá y Papa murieron yo no tenía la mayoría de edad para ser cazador pero la familia necesitaba un predecesor y sólo podía ser yo de los dos. El abuelo me lo contó y me enseño todas las técnicas y los secretos. Quería mantenerte al margen de todo y que nunca te tuvieras que enterar del secreto de la familia, pero ya tenías que ser tan curiosa y cabezona y desobedecer lo que mamá te dijo. - mi familia desde hace años habían cazado a personas, vale que eran personas que podían parecer monstruos pero eran personas. Aunque la manada de Will había asesinado a mis padres me dolió más el secreto de mi familia.
Solo quería huir del sótano y encerrarme en mi habitación pero no podía, Will estaba ahí atado y mi hermano no es que tuviera la idea de que saliera con un ramo de flores.
-Jake, suelta a Will. Déjale marcharse.- exigí.
-No, su manada mató a nuestros padres. He esperado encontrar a uno de la manada que mato a papa y mama des que me ice cazador.
- La venganza no sirve de nada- lo intente convencer.
-Os juro que yo no tuve nada que ver, yo era pequeño y no sabía nada de lo que hacían.- ese era Will. Su voz era grave. De su boca salió un poco de sangre.
-Hermano, ya le has oído suéltalo. Si no lo haré yo.
-No.
Cogí el hacha, Jake se acercó hacia mí y yo le di una patada en su entrepierna que le hizo chillar de dolor. Aproveche que se estaba retorciendo de dolor para romperles las manillas a Will.
Salimos corriendo del sótano, cerré la puerta y la intente bloquear con una silla, subimos a mi habitación. Necesitaba ropa no iba a salir con una toalla. Deje a Will apoyándose como pudiera junto a la puerta y me cambie rápido.
Unos golpes fuertes me advirtieron que Jake había conseguido salir del sótano y que estaría muy, pero que muy furioso. Ahora solo podía escapar por un sitio y era por la ventana.
Con las fuerzas que aún le quedaban a Will me rodeo con sus brazos y saltó por la ventana.
"Kimberly, ¿qué haces huyendo de tu casa con él, que formaba parte de la manada que mató tus padres?" Cállate conciencia, aunque tenía un poco de razón no me iba a quedar en casa a esperar a que mi hermano matase a Will.
Mi hermano nos seguía corriendo y armado. Corrimos hasta que mi hermano desapareció de nuestra vista. Entonces Will me cogió del brazo para indicarme algo, señalo una cueva.
- Vamos, ahí estaremos seguros.- lo seguí sin rechistar, porque ya no me quedaban fuerzas.
La cueva tenía objetos y algún que otro mueble, una cama y un armario.
-Bienvenida a mi hogar.- abrió los brazos. ¿Aquí es donde vivía?
-¿Por qué vives aquí?
- Porque los cazadores de subterráneos como tu hermano no me encuentren. Ya has visto lo que ha pasado.
- ¿cómo te ha cogido Jake?
- Te venía a ver y a pedirte disculpas después de que echaras a correr sin parar. Me transforme para ir más rápido y llegar antes, pero tu hermano me vio. Y antes de que me diera cuenta me electrocuto. Caí al suelo desmayado. Después ya me vistes al sótano de tu casa.
-Ah, lo siento.- había sido por mi culpa, si lo hubiera hablado mi hermano no le hubiera cogido y ahora no estaríamos pasando por esta jodida situación.
-No te disculpes, era culpa mía para transformarme sin pensar que algún cazador pudiera estar por ahí.- asentí.
Ahora que tenía que hacer quedarme con Will y no volver a casa o volver con mi hermano y hacer ver que nada había pasado.
Dormí en la pequeña cama que había en su casa, mejor dicho su cueva, y él durmió al lado, en el suelo.
Por la mañana decidí ir a casa. Sabía que Jake estaba trabajando y la casa estaría sola. Deje a Will durmiendo, ya que lo necesitaba después de todo lo que le hizo mi hermano.
Caminé a un ritmo rápido para llegar deprisa y poder investigar bien todo el sótano.
Puse la llave en la cerradura y gire despacio. Al abrir, como me suponía, no había nadie. Subí hacia mi habitación a cambiarme de ropa, verdaderamente lo necesitaba y baje rápido al sótano.
Armas, cadenas, balas, un libro viejo, más armas.
¿Un libro? El libro tenía las letras gravadas de color oro, que ponían: "Bestiario" ese era el libro que me había hablado Will. Lo cogí y me fui de esa casa que des de ahora había sido mi dulce hogar, pacífico y sin mentiras.
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Muchísimas gracias por leer mi historia, espero que les esté gustando.
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Diario de una Banshee
WerewolfLa vida de Kimberly es como la de cualquier otra chica normal, pero con unos simples sueños su vida se tuerce. Descubre otro mundo, el mundo de los Subterráneos, y lo que ella es y significa de verdad para ellos ,con ayuda de Will, un guapo y miste...