CAPITULO III:

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Will me acompañó a casa.

Me metí en la cama, pero no podía dormir.

Aun no me lo creía ¿yo formaba parte de ellos? Al final de dar tantas vueltas me dormí.

A la mañana siguiente me decidí ir a desayunar, estaba bajando las escaleras cuando de pronto oí como algo caía en el suelo, pensé que era Jake.

Llegué al final de las escaleras pero no era Jake, asustada fui a la cocina a coger algo para defenderme por si había entrado un ladrón. Cogí un cuchillo, era lo primero que había visto. Volví a sentir algo, esta vez eran pasos.

-Will, ¡por dios!- le chillo- que haces en mi casa a primera hora de la mañana, me habías asustada pensaba que eras...- y me interrumpió.

-Buenos días y que cálida bienvenida- y se empieza a reír -intentabas clavarme un cuchillo, ¿A mí? ¿A un lobo?

-Pero si no sabía que eras tú.- me comenzaba a enfadar- y que sepa yo, la gente normal no entra a escondidas en las casas de otros.

-Sí, y precisamente no es que yo sea normal.- se burla de mí.

-Cállate ya Will!

-Va no te enfades, he venido a contarte cosas que te interesará saber.

-¿Cómo qué?- le pregunto.

-Sobre lo que eres.- se izó un silencio interminable.

No me lo había planteado aún que era y porque formaba parte de los subterráneos.

Así que acepte hablar con Will.

-Kimberly hay un bestiario, es un libro donde hay todas las criaturas subterráneas.- me empieza a contar.

-Entonces si me enseñas el bestiario sabremos que soy.- le dijo.

-Sí, pero hay un problema... A veces algunas criaturas toman una forma distinta, que reflejan lo que son.

-Will, ¿que estas insinuando? ¿No me intentas decir que es lo que me pasa a mí?- me estaba decepcionando.

-Sí- asintió.

Me dirigí al sofá y me senté, no podía asimilarlo, ahora ya no tenía ni una pizca de esperanza, ahora sí que estaba totalmente decepcionada. Apoyé los codos en mis muslos y me aguanté la cabeza con las manos, fijando la vista al suelo, de madera que tenía todo el salón, para que Will no me viese mi cara de frustración.

¡Que rabia! Cuando estaba a un paso de descubrirlo ya tenía que tener un que otro problema. Estaba a punto de rendirme ya, no veía ninguna solución. Cuando de repente Will se acordó de algo muy importante.

-Los Clarianos de las Sombras!- exclamó. No sabía que venía ahora tanto alboroto, a lo mejor había encontrado una alternativa. Así que alcé la cabeza.

-¿Los que?- le pregunte, mirándole con una cara de no entender rada.

-Los Clarianos de las Sombras lo saben todo sobre el bestiario incluso, sobre los subterráneos que adoptan la forma a lo que realmente son. Los podemos ir a buscar.

-Eso estaría bien, ¿pero dónde se encuentran?

-Son difíciles de encontrar poca gente lo sabe. Tendríamos que buscarlos.

-Entonces buscamos les - le dije, ahora tenía alguna que otra esperanza.

-Vale.- me contestó.

Entonces Will se marchó.

Espere a que Jake volviera del trabajo para cenar con él. Me preguntó cómo me había ido el día, fue una conversación muy pobre. Después de cenar me fui a mi habitación a leer un libro, mi preferido.

Escuché algo chocando contra la ventana de la habitación, salí de la cama y abrí la ventana, ahí estaba Will con ese posado tan atractivo, apoyándose en un árbol. "Atractivo, ¿parece que te estás enamorando eh?" Maldita conciencia.

En la mano derecha tenía una piedrecilla, supongo que eso era lo que golpeaba mi ventana. Me miró y sonrió.

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Ya han leído mi novela más de 100 personas pero no hay casi ningún voto ni comentario. Así que no sé si les está gustando.

Si no aumentan dejare de escribir.



Diario de una BansheeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora