🔞 🄳🄸🄰🄼🄾🄽🄳🅂 - Pico x BF 🔞

C3: Youngblood

2 meses después

Había sido algo difícil acercarse al joven Lucchese durante aquellos 2 meses, había logrado unir algunas piezas como el a donde se dirigía en ocasiones, sin embargo, aun estaba en duda si era bueno que él estuviera como cabeza en la investigación. Tomó suavemente la fotografía de Pico mientras su rostro se miraba algo melancólico, no sabía si era debido a la simpatía que había logrado tener, se preguntaba el como afectaría al mayor en cuanto todo se destapara.

Alguien tocó suavemente su hombro, haciéndole girar asustado y ver a la castaña que tenía como compañera y que ayudaba a organizar papeleos o recados, incluso a veces llegaba a actuar como reportera, aunque era muy buena en los casos, muchos de sus compañeros varones reusaban escucharla, y su escuadrón era el que mayormente escuchaba sus consejos debido a lo efectivos que eran.

- Lo lamento Cherry, me diste un susto -Sonrió mientras tomaba el vaso con café que la otra le brindó con calma, soplando suavemente. - ¿Qué sucede? -

- Me dijeron que te diera esto, a mi parecer, ese chico al que observas mucho ha estado muy ocupado, pero no he podido ver nada más, lo lamento -Murmuró la más alta tendiéndole las fotografías, dejando notar su rostro de tristeza y decepción por no poder ser de mayor ayuda que esa. - Luego te lo compensaré, lo prometo... -

- No es necesario, son realmente reveladoras si te doy mi opinión... -Exclamó entusiasmado mientras observaba las imágenes, notando como entraba a diferentes lugares, entre ellos, muchos cafés y lugares a los cuales un mafioso no iría, se preguntaba si había un patrón, pero en realidad parecía más que quería dejar de esconderse que nada.

- ¿Encontraste algo? -Preguntó la chica luego de observan por encima del hombro del otro las fotografías.

- No... Aun no puedo comprender porqué siquiera entraría a todos estos lugares y saldría tan molesto, es lo único en lo que encuentro patrón... -Señala 4 imágenes, que más que imágenes parecían una transición: primero el pelirrojo entraba al local, hablaba un poco, arrojaba algo con violencia o gritaba y después salía, a veces azotando las puertas, pues en ocasiones se veía como el vidrio de algunas de estas se rompía con violencia. - ¿Qué le dirían que saldría tan furioso? -

- Tal vez el reclamo de varios pagos, aunque no tendría mucho sentido... -Cuestionó la otra, apoyando su rostro en una de sus manos mientras alzaba una de sus cejas y cruzaba uno de sus brazos. - Ningún mafioso que piense con la cabeza fría se atrevería a cobrar con la policía vigilándoles, a menos de que fueran en barrios donde hubiera corruptos... -

Fuese lo que fuese, nada de eso le traía muy buena espina, aunque no tenía un mal presentimiento, aun así sentía extrañeza y confusión, le parecía demasiado ilógico debido al comportamiento del otro ya que este hasta ahora parecía más reservado, calculador y cauteloso de lo que se mostraba en las fotografías.

Tomó una de ellas donde salía molesto y la guardó en su saco luego de que la otra se fuera, de manera compulsiva y sin una razón que a él le pareciera buena para hacerlo, para después seguir leyendo las conexiones nuevamente que había hecho luego de algunas platicas de ambos mientras se hacía pasar por "acompañante" en aquel lugar clandestino.

... ¿Qué es lo que es lo que pasa por tu mente, Lucchese?...

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Entró con un rostro algo sombrío, preguntándose si había tomado una buena decisión al haberle preguntado a su padre aquello, aquel hombre con mirada feroz y movimientos ligeros que se le catalogaba como el terror entre las tinieblas, ahora mantenía su mirada bien fija en su persona, incluso sin necesidad de estar dentro de aquella solitaria habitación.