Volkway, Volkacio, Gustacio Y Más! ~One-Shots

Paseo (Volkacio soft)

Sus pasos se aceleraron y todo a su alrededor comenzaba a desaparecer corriendo en un largo pasillo completamente a oscuras solo siendo visible aquel hombre enmascarado que llevaba en brazos a su pareja quien le miraba con ojos llorosos alargando su brazo y estremeciéndose para poder zafarse del aquel hombre que le sujetaba. Notaba sus piernas mucho mas pesadas y como, por mucho que se esforzase, no se movía apenas de aquel sitio, parecía que corría en el sitio. El enmascarado se detuvo y volvió sobre sus pasos hasta quedar de nuevo frente al de cresta quien le miraba con ojos desafiantes y algo llorosos intentando alcanzarle; algo parecía tenerle atado.

-¡Suéltale!.

EL contrario esbozo una sonrisa, poco visible pero que el pelirrojo alcanzo a ver. Bajo se sus hombros al peligris y, poniéndole unas esposas, le arrodillo frente a un cansado Horacio que observaba a su pareja con miedo y ternura queriéndole transmitirle tranquilidad. Toda su idea de calmar al ruso se fue a la mierda cuando vio como el secuestrador le apuntaba con un revolver a uno de los lados de su cabeza apretando ligeramente el gatillo.

-¡Viktor!.-Un disparo ensordecedor le despertó de su sueño levantándose del susto incluso de la cama.

Aun algo desorientado, se retiro el sudor que se había acumulado en su frente algunas sabanas que aun le arropaban. Aun jadeante, miro hacia la ventana y vio como nevaba a través de esta dejando un manto blanco por todo donde alcanzaban los pequeños copos blanquecinos. Se levanto de la cama con un pequeño dolor de cabeza para dirigirse la baño donde, en el lavabo, se humedeció ligeramente la cara, refrescándose así sin la necesidad de quitarse la ropa que llevaba. Miro al espejo y sonrió. En una esquina de este se podía ver a un hombre sentado frente a una ventana, tomando te mientras leía lo que parecía ser un periódico.

-Todo ha sido una horrible pesadilla.- Se paso una mano por su esbelta cresta y seco su rostro dirigiéndose con una sonrisa a donde se encontraba aquel hombre quien no se percato de su presencia hasta que este le rodeo el cuello con sus brazos tras de el.

- Buenos días Horacio. ¿Qué le ocurrió? Despertó mucho mas temprano que de costumbre.- Dio un largo sorbo a su taza de aquel liquido verdoso y la coloco en la mesilla junto al periódico que también sostenía para poder acariciar los brazos de su pareja.

-Tuve otra vez ese horrible sueño... Aun no olvido ese día … Lo siento...

-No se preocupe...- Giro su pequeña silla haciendo que el contrario se alejase unos segundos de el.- Eso forma parte del pasado, ya sabe que todo salió bien y que no volverá a ocurrir.- Coloco ambas de sus manos en la cintura se le atrajo hacia si haciendo que se sentase en su regazo.-Solo piense que aquel tipo ya esta entre rejas y su mafia a raya. Lo tenemos controlado.- Subió una de sus manos a las mejillas del moreno y la acaricio con delicadeza-. No volveré a permitir que me alejen de usted.

-Eso tenlo por seguro.- le dedico una tierna sonrisa y se dejo acariciar, cerrando sus ojos del placer y calor que le trasmitía (no siempre) aquellas manos de origen ruso.

Estuvieron así durando unos pocos minutos, dejando de lado todos los problemas y disfrutando simplemente del calor que ambos emitían, acariciándose y murmurándose cositas tiernas olvidando todo a su alrededor.

Esa pequeña burbuja desapareció cuando el peligris elevo al de cresta "estilo princesa" y le dejo en el suelo de pie frente a el, este sabia lo que el ruso pretendía hacer, pues cada mañana después de su te, le gustaba pasear bajo la fría nevada que caía cada invierno en la ciudad. El, nunca iba a acompañarlo pues fuera había una temperatura demasiado helada para su cálido cuerpo al contrario que su pareja, quien había vivido heladas peores en Rusia y aquello le parecía de lo mas normal. Ese día en especial, habían avisado la noche anterior que las temperaturas no serian tan gélidas por lo que, a sabiendas de las veces que le regañaría aquel hombre por querer ir con el, insistiría con sus lindos ojos bicolores hasta que este cediera acompañarle en el paseo.