Pasión Por El Triunfo: Fuego En El Hielo Entre El Amor Y El Odio

Capítulo 45.- Declaración De Amor

Aquel chico algo confundido porque contesto la mamá de Kagome—Gracias señora Higurashi entonces dígale que paso al rato por ella.

— ¡Mamá! ¿Qué hiciste?
—Pues confirmar tu cita así que ve y arréglate.
—Pero, pero...—la mamá no la dejo quejarse, la chica fue as u habitación arreglarse.

Como es posible que Sesshomaru disponga de mi tiempo si lo digo que es no, pero mamá tenía que salir al quite yo entre más me quiero alejar de él, el destino se empeña en juntarnos.

Aquella chica se puso un vestido color negro corto sin mangas un poco más arriba de las rodillas en conjuntos con unas zapatillas negras no muy altas su cabello lo recogió dejando a los lados de su rostro dos mechones de su cabello.

Miro su reloj era las 11:20 —Ya no tarda en llegar, tomo su bolso y bajo al primer piso, estaba su mamá en la sala sentada en el sillón cuando miro a su hija la menor bajando los escalones.

—Vaya hija te ves bien, así que cambia esa cara acaso estas enojada porque le dije al joven Sesshomaru que pasara por ti—miro a su hija regalándole una sonrisa.
—Mamá es que tu no entiendes es que el...—quedo un momento en silencio y su madre al verla así.

—Ah ya entiendo, tu aun esperas a Brad verdad no lo has olvidado te entiendo hija el primer amor nunca se olvida, pero sabes date una oportunidad de conocer a otros chicos.

La azabache al escuchar esto por partes se su mamá se quedó asombrada por lo que acabo decirle.
—Madre de donde sacas que entre Brad y yo...—en eso tocan la puerta y son interrumpidas.

La madre de Kagome es quien abre la puerta y mira aquel joven alto y elegante —Buenas noches joven Taisho pero pase por favor.
—Buenas noches señora Higurashi, no es necesario gracias.
—Bien deje le digo a mi hija que está aquí. —ella desde ahí le habla a su hija.

La azabache salió y miro aquel joven alto de ojos dorados se veía bien en traje—¿Que guapo se ve? —pensó para sí misma aquella chica.

También el al verla, aquel joven quedo maravillado que se veía hermosa la azabache.
Ella se ruborizo al ver como la mira aquel chico de cabello alvino.
—Lista nos vamos.
—Si—contestó tímidamente.

Se despiden de la mamá de la azabache, ambos se dirigen al carro del alvino quien el venía manejando.

Suben al auto ella iba en silencio la verdad se sentía nerviosa esta era su primera cita con aquel chico de mirada fría, además no hallaba como romper ese silencio entre los dos ya que no sabía que temas tenía que tratar con él no sabía que le gustaba que le disgustaba.

Piensa Kagome, piensa que debo hacer rayos que hago empuño sus manos, en eso aquel chico tomo una mano de la chica.
— ¿Qué te sucede? Te sientes mal.

La joven se sonrojo levemente al sentir la mano del alvino. —No estoy bien no te preocupes—dijo la chica de ojos color chocolate un poco nerviosa.

Llegaron a su destino aquel chico salió primero del auto para abrir la puerta a Kagome le dio la mano para que saliera.

Entraron a un restaurante muy lujoso la chica de ojos color chocolates al entrar ahí quedo maravillada, un joven que estaba ahí al ver aquel joven de cabello alvino
—Buenas noches joven Taisho y señorita —Ambos jóvenes correspondieron al saludo de aquel chico. —Ya tenemos su mesa reservada deje los llevo a su lugar síganme por favor.
Kagome miraba aquel lugar tenía grandes ventanales, los lámparas era candelabros muy grandes para ella ese lugar era demasiado elegante ya que no estaba acostumbrada a eso.
Por lo que podía ver ahí gente eran muy importantes además era personas adineradas de alta sociedad, ella sintió como la miraban y hablaban se sintió algo cohibida.