Capítulo 7

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Capítulo 7

Lágrimas habían empezado a rodar por las mejillas de Macarena, al solo ver la expresión horrorizada de Eugenio. La despreciaría... Y no quería perderlo a él también.

Ma: Carlota, cállate.

Eu: ¿Que hiciste, qué??

Ca: perdón... Creí que ya lo sabías... Como dijeron que no existían secretos entre ustedes...

Ma: déjame a solas con Eugenio. ¡Por favor Carlota!

Él se puso en pie y con manos en los bolsillos, necesitaba una explicación.

Ca: pero le vas a decir la verdad.

Ma: este no es tu problema. ¡Vete!!

Ca: está bien... No grites, ¿O quieres que Paloma baje...? (Con su sonrisa característica)

Eu: Macarena, dime que lo que tu hermana dijo no es verdad.

Ma: déjame explicarte...

Eu: ¿Explicarme qué?? ¿Es cierto entonces??

Ma: hablemos, pero no aquí... Vamos a otro lado... Por favor... Si después de escucharme, no quieres saber nada de mí, lo entenderé... (Tomándole una mano y rogándole con sus ojos)

Por eso él aceptó, y porque la amaba...

********************

Fueron a la casa de él, Gabriel había viajado ese mismo día al pueblo vecino.

Eu: mi hijo no regresa hasta mañana... Habla... Llevo todo el camino pensando en las palabras de Carlota... Y no las concibo... ¿Tuviste una hija y la regalaste??

Ma: cuando mi padre se enteró de mi embarazo, murió... No estaba bien visto que una señorita quedara embarazada antes de casarse... Iba a ser la vergüenza de la familia...

Eu: no puedo creerlo...

Ma: nada de eso me importó, hasta que supe que Cristóbal también había muerto...

Eu: por eso decidiste regalarla...

Ma: no fue así, mi hermano y su esposa no podían tener hijos, y se ofrecieron a criar a mi bebé...

Eu: eso quiere decir que... Paloma es... Tu hija...

Ma: fue una cobardía de mi parte, lo sé... Pero estaba muy joven, sola y a Carlota se le ocurrió que...

Claro, esa idea no pudo haber salido de un corazón bueno como el de Macarena.

Ma: todos los días de mi vida me arrepiento...

Y verla llorar le partía el alma, no pudo más y la abrazó.

Ma: no quise hacerlo... Pero cuando reaccioné ya era demasiado tarde...

Eu: Macarena...

Ma: yo no quería... Te juro que no quería...

De pronto la vio confundida o perturbada y se desvaneció entre sus brazos.

Eu: Macarena... Despierta... Mi amor... (Levantándola en sus brazos, la llevó hasta su cama) Macarena, por favor...

Hizo todo lo que se le ocurrió y los primeros auxilios que conocía.

Gracias a Dios había sido un desmayo por la intensidad de la discusión. Pero él se sintió terriblemente mal. Se comportó como un abogado acusador en contra del peor criminal.

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