Capítulo 9
El amanecer en Casa de Las Espinoza de Los Monteros sería muy diferente al de Los Lizardi.
Como todas las mañanas, Macarena se hacía la prueba de la glucosa.
Eugenio se acercó y le limpió el dedo pinchado mientras ella veía el resultado en la maquinita.
Eu: ¿cómo salió...?
Ma: normal...
Eu: ¿lo mismo que ayer...?
Ma: sí...
Eu: Creo que deberíamos ir al hospital...
Ma: pero es algo bueno, Eugenio... El nivel de azúcar es el correcto...
Eu: sí mi amor, pero supongo que cuando sea así debes suprimir la insulina... Vamos a hablarle al médico que te atendió en la ciudad antes de cualquier cosa...
Las palabras del doctor retumbaban en la cabeza de Eugenio mientras trabajaba en su despacho... La diabetes de Macarena era emocional... Sus sentimientos mandaban en su salud y necesitaba aprender a controlar sus emociones para mantenerse sana.
Tocaron a la puerta, precisamente se trababa de ella.
Ma: Mi amor, ¿Se puede...?
Eu: sí, por supuesto...
Ma: te traje un café...
Eu: gracias... Qué amable...
Ambos se sentaron en la salita propia del estudio.
Ma: no, hoy no iré... (A la pregunta de Eugenio de si iria al dispensario)
Eu: ¿Por las habladurías...?
Ma: estoy tan feliz que no quiero que nadie me amargue el día...
Eu: no debe importarte lo que diga la gente de ti...
Ma: no solo hablan de mí, también de ti...
Eu: ¿Qué pueden decir de mí...? (Se cambió de asiento, junto a ella) Que me robé a la mujer más bella del pueblo... ¿...? ¿Y que lo único que quiero de ella es su cuerpo...?
Ma: Eugenio... (Bajó la mirada porque se avergonzó)
Mientras que él rió y posó una mano en la rodilla de Macarena.
Eu: ¿Por qué te sonrojas...? No estarían del todo equivocados... Porque aparte de tu cuerpo, quiero todo lo demás...
Ma: y ya lo tienes... Pero me disgusta que se metan en mi vida... Desde siempre hemos temido al qué dirán y me cansé.
Eu: es una buena señal...
Ma: estoy cada vez más decidida a vivir y ser feliz...
Eu: ¿Te gustaría que nos mudemos a la capital...?
Ma: sin Paloma no... Por favor...
Eu: lo último que deseo es presionarte, pero... (Jugaba con los dedos de ella)
Ma: sí, tengo que contarle la verdad... Aunque me odie...
Eu: Macarena, por favor... No me gusta que seas pesimista... La vida y los problemas hay que enfrentarlos con valentía y con buena actitud... Sobretodo eso, ¿eh...?
Ma: sí...
Eu: además, no estás sola en esta pelea... Yo soy tu mejor aliado... Ven aquí...
Aunque fue él quien se acercó más para abrazarla.

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CRUZADOS
FanfictionLa historia que pudo ser... La enfermiza pero bella Macarena Espinoza de Los Monteros y el prestigioso abogado Eugenio Lizardi se cruzan en una exposición de pintura. ¿Podrá surgir algo más que amistad entre ellos...? ¿Sus caminos se volverán uno so...