Capítulo 8

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Capítulo 8

Ella estaba en shock por la petición, no se la esperaba, creía que él bromeaba con ese tema.

Eu: yo te amo y quiero que vivas conmigo... Que compartamos todo el resto de nuestras vidas... Que seas mi mujer... Mi esposa...

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El famoso té para hacer dormir a Carlota, así Paloma y Rufina pudieron salir sin problemas de la casa.

Una emocionada Macarena las esperaba en el coche, con Eugenio al volante.

Se pusieron rumbo al pueblo vecino en donde Gabriel los esperaba.

No necesitaban nada más, una notaría y una Iglesia.

A esa edad quizás se pensaba en cualquier decisión, pero cuando había amor no se pensaba.

Pa: ¡qué emoción tía!

Ma: estoy muy nerviosa...

Ga: pero no tienes por qué...

Pa: ¿qué vas a entender tú, Gabriel? Eres hombre...

Ga: pues sí, pero me da muchísimo gusto... Mi papá y tú se quieren... Sé que vas a hacerlo feliz...

Pa: que van a hacer felices ambos...

Eu: todo listo. (Llegó con papeles en una mano) Tenemos los permisos y los testigos... En 15 minutos podremos pasar...

Ga: Paloma, Rufi, ¿me acompañan un momento...?

Pa: sí, ya volvemos...

Ru: ¿a dónde quieren ir estos niños...?? (Caminando con los jóvenes)

Eu: Macarena... (Le tomó una mano) ¿estás segura...?

Ma: sí... Claro que sí, ¿por qué me lo preguntas...?

Eu: no quiero que tengas ninguna duda...

Ma: no las tengo... Me siento segura a tu lado...

Eu: lo más importante es que me ames... Y que seas feliz...

Ma: ahora tú eres parte vital de mi felicidad... Claro que quiero estar contigo...

Los especiales y queridos testigos volvieron con flores para la novia.

Ga: no podían faltar en una ocasión como esta...

Ma: gracias Gabriel...

Pa: te ves tan bonita, tía...

Eu: Es la novia más hermosa que puede existir...

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Gabriel no era tonto y percibió que sería mejor dejar unos días solos a los recién casados, se inventó una excusa para no volver con ellos.

Por lo que regresaron y dejaron a Paloma y Rufi en casa de Carlota, solo entonces Eugenio y Macarena pudieron ir a la residencia que ocuparían.

Eu: muy bien Sra. Lizardi... Bienvenida a su nueva casa... Oficialmente esta vez... (Levantándola en brazos apenas cerraron la puerta)

Ma: Eugenio...

Eu: ¿estás feliz...?

Ma: sí...

Eu: ¿estás segura que no querías una gran boda...? ¿Con todo y fiesta...?

Ma: las personas importantes para ambos estuvieron y eso es lo que importa... Estoy muy feliz... No creí que fuera a casarme a mi edad...

CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora