Capítulo 15

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Capítulo 15

El sonido del agua que caía quedó anulado con la potencia vocal de Eugenio...

Eu: ¿quieres compañía...?

Fue un susurro y al oído de Macarena, pero ella sintió que todo el cuerpo se le enchinaba...

Un escalofrío la recorrió a pesar de estar usando agua tibia... Los senos se le endurecieron, igual que los pezones, no necesitaba mucho para excitarse con él...

Por eso lo que ella necesitaba comprobar era qué efecto ejercía sobre Eugenio.

Se dio media vuelta y le pasó los brazos por el cuello... Buscando su boca...

Eu: eso es un sí... ¿...? (Gimió él abriendo más la boca y apretujándola contra su cuerpo)

Ma: sí... Totalmente...

Él le tomaba la boca como deseaba hacerlo siempre... Cada vez que la veía quería besarla...

Pero lo que estaba planeando hacer con ella se quedó en pausa al sentir las manos de Macarena entre sus cuerpos mojados...

Eu: Macarena... (En un jadeo cuando se sintió en manos de ella)

Y es que sí, tomó la gruesa protuberancia entre sus dedos... Eugenio había hecho de todo con su esposa, pero ella no... Y quería acabar con eso...

Ma: quiero tocarte...

Eu: sí... (Volvió a gemir él)

Porque con solo empuñarlo ya estaba vuelto loco de placer, no necesitaba hacer más...

Ma: enséñame a hacerlo... (Susurró contra la piel de su cuello)

Él la acorraló contra la pared de la regadera y ahí le dijo cómo hacerlo...

Macarena siguió sus indicaciones... Lo estudió con sus ojos, lo recorrió con sus manos... Causándole el placer que tanto quería... Y sonrió cuando lo sintió temblar contra su cuerpo, acompañando la reacción con un ronco jadeo...

Eu: estuviste a punto de matarme... (Apoyó su frente sobre la de ella, y las manos contra los azulejos, a los costados de su cabeza)

Ella en cambio le acariciaba el pecho y los costados...

Eu: dame un momento...

Ma: ¿para qué...?

Eu: para estar listo otra vez... Ya casi lo estoy... Espérame...

Quien gritó un rato después, fue Macarena, cuando él la embistió y la levantó de las piernas, presionándola contra la pared...

Ella quedó más arriba que él, por lo que sus senos estuvieron a la altura y a disposición de la boca de Eugenio...

Los lamió y absorbió de ellos mientras sus caderas arremetían ferozmente las de ella.

**********************

A la noche siguiente, Macarena volvió a subirse a unos tacones altos, iría con su marido a una fiesta de gala.

Las caras de muchos se le hicieron conocidas, los recordaba de la fiesta pasada, aún así, Eugenio la presentó como su esposa y todos se alegraron con la unión, excepto algunas mujeres que quisieron o querían tener algo con él.

Y así como destacaron la belleza de Macarena y la buena elección de Eugenio, reclamaron la falta de una fiesta de bodas.

Eu: mi amor, ¿estás segura que no quieres una celebración por nuestro matrimonio...?

CRUZADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora