Otro infierno más, caminando ciegamente, conociendo ya el trayecto hacía su instituto, con la mochila negra con figuras de pequeños gatitos decorados en ella, colgando sobre sus hombros, de preferencia personal, el derecho.
Sus cabello bicolor, un poco largo y sedoso se removía con violencia a causa de la furia del clima. Su cara pálida llevaba una mueca de disgusto, recordó lo hablado ayer por la noche con su mejor amigo y soltó un suspiro algo cansado.Lo había decidido, se uniría a la banda. Le hubiera gustado decir que estaba aceptando la oferta después de la pequeña amenaza del rubio, pero desgraciadamente no era así. Su pequeño noble corazón le decía que no podía dejar a la deriva a su mejor amiga, y si podía servirles de ayuda, con gusto lo haría. Después de todo, que tan malo podría ser, ¿no?
El claxon de un auto lo despertó de su ensoñación de frustración, y rápidamente su atención se fue a la cara adormilada de su amigo.
—Hey Shoto, ¿Quieres que te llevemos?— preguntó el de pelos morados, conductor del Lamborghini negro—si, Shinsou era un ricachón como lamentablemente él también lo era—, con cierta mueca de burla tras ver la cara de fastidio del bicolor.
—¿Por qué hablas en plural?— gruñó Todoroki mientras abría la puerta para sentarse en el asiento trasero del auto, ir adelante mientras conducía Shinsou parecía un suicidio.
—¡Porque yo estoy aquí, tarado!— chilló Izuku, desde el asiento del copiloto, mientras se asomaba para mostrar su cara con una mueca molesta.
—Ah...no te vi.— dijo con mero desinterés, mientras Hitoshi echaba a andar el vehículo.
—Si, lo noté.— suspiró mientras se acomodaba nuevamente en su asiento, y cambiaba la música.
Durante el camino, los tres amigos hablaron de tonterías, de quién hizo la tarea hasta cuál fue la última vez que Shinsou se había pegado un buen baño. Luego de varios minutos, llegaron a la U.A. El pelimorado estacionó el auto con calma.
—Ya llegamos.— anunció Hitoshi.— Si ambos señores se dignaran a bajar sus tan agrandados traseros de mi auto sería fantástico.— dijo a canturreo Shinsou con su típico ademán adormilado y presuntuoso que tanto lo caracterizaba. Ambos adolescentes bajaron del auto con un bufido y esperaron a que el conductor pusiera la alarma del auto antes de dirigirse a sus salones.
Los tres amigos se encaminaron a sus salones de clase, claro, que ellos no pasaban desapercibidos. La atención de todas, y todos, los alumnos que se situaban en el pasillo lleno de casilleros que ellos atravesaban recaía sin disimulo alguno en ellos. A Izuku le fascinaba esa atención y a la vez lo ponía nervioso, a Shinsou le daba exactamente lo mismo, no dejaban de ser escorias, y para Todoroki era realmente irritante, ¿qué acaso no tenían algo mejor que hacer? Era su constante pregunta ante estas situaciones.
Tras un par de murmullos, y uno que otro silbido para el bicolor, los dos amigos se dirigieron firmes y seguros a su salón, mientras despedían al bicolor, este último se dirigía a la sala de música, había leído uno de los papeles de la cartelera en donde decía que para entrar a la banda tenían que audicionar, y él se dirigía a mostrar su talento.
Bakugou y Kaminari se encontraban dentro de la sala, recostados en el sillón mirando sus celulares como si no tuvieran algo mejor que hacer, mientras que su compañera Momo, se encargaba de las audiciones. Hace unas semanas habían conseguido una audición con la nueva disquera antes de tener que pagar un solo centavo.
Era lo mejor que podía pasarles, pero al mismo tiempo, les urgía más que nunca encontrar al integrante final del equipo, o no podrían presentarse con la música por los que los habían buscado principalmente.
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ZONA PROHIBIDA | todobaku
FanfictionBakugou Katsuki tiene miedo a que alguien le vuelva a romper el corazón. Todoroki Shoto tiene miedo a enamorarse. Ambos comparten una banda, un aula, nombres poco comunes, el mismo odio y un sarcasmo bastante hiriente. Y puede que ta...