V

297 37 19
                                        


Nunca antes una mirada lo había intimidado, posiblemente era por la cercanía. Ah, y porque también tenía pinta de querer matarlo.

No puede dejar de verlo a los ojos, el particular halo de misterio y peligro que Todoroki transmite le envuelve de una forma malditamente extraña.

El bicolor traga saliva, y lo señala con su mano libre.—¿Realmente no tienes idea de lo que son los límites, verdad?— sisea observándolo colérico. Su voz es grave y tensa, como el gruñido de un animal salvaje. A bakugou le parecía muy interesante su tono de voz, como si estuviera reprimiéndose a sí mismo de hacer alguna cosa, sin embargo, sabía que el bicolor era incapaz de actuar de forma realmente agresiva. Lo confunde. Sus fosas nasales se encuentran más abierta de lo normal, y se encoge apenas de hombro cuando sus dedos presionan un poco más su hombro.

—Solo fue una estúpida broma, dios, que sensible eres.— el ojirubí ve como la mano con algunos anillos del bicolor se apoya en su cabeza, rozando sus cabellos cenizos y provocando que algunos se aplastaran en su frente. Su cabello era puntiagudo, pero era terriblemente esponjoso. Todoroki flexiona el brazo de esa mano, he inmediatamente la columna del rubio se tensa, percibe como el alto y gran cuerpo del bicolor se acerca al suyo de tal forma.
El silencio ondea a su alrededor y a Bakugou no se le ocurre otra cosa que hacer que mirarlo a los ojos. ¿Qué demonios se supone que haga? Parecía que le arrancaría un brazo, no sabía que el bicolor también tenía un temperamento limitado.

Su mirada últimamente era muy extraña, no pregunten por qué pero el pelicenizo sabía como eran sus ojos cuando está furioso de verdad. Y no están así, es decir, tiene la misma intensidad, la misma aura misteriosa, pero de alguna forma, no era del todo enojo.
Santo cielos, era un tipo tan complicado. Su nivel de inescrutabilidad era fastidioso como el infierno. Tan raro, ¿Por qué no decía lo que le sucedía y ya?

Alto, ¿qué demonios hacía él intentando entender a un tipo tan fastidioso? Continuó viéndolo, su obsesivo cerebro y carácter son demasiados obstinados como para bajar la guardia y ceder. No iba a suplicar que lo suelte. No le intimidaba —Bueno un poco, pero no iba a dejar que lo note—. Sin embargo, su obstinado carácter no es tan ciegamente orgulloso como para no admitir que, desde cierto punto, la belleza del bicolor resultaba intimidante. Podría caracterizarlo como Todobellísimo, y todoestúpido, también. No era fácil tener aquél par de preciosos y enigmáticos ojos de diferentes colores tan cerca y no relacionar de ninguna forma posible. Es decir, es propio del maldito ser humano, joder, ¡tampoco es su culpa no ser un jodido bloque de hielo!

Todoroki no dice nada, él menos. Bakugou estaba en lo correcto al definir la belleza del bicolor como algo exòtico. Sus pestañas arqueadas y sus pómulos algo llenos y rojizos, la fuerte línea de su mandíbula marcada. Sin embargo, a pesar de todos aquellos suaves atributos, sus facciones no dejan de ser elegantes y delicadas. Su miraba tenía cierto rastro de bestialidad y amabilidad, su muy alto cuerpo y hombros anchos no ayudan a parecerlo más dócil. Su aura detonaba que, definitivamente, no es buena idea meterte en su camino.

Shoto sonríe de golpe, y entonces el pelicenizo se dice que verdaderamente tiene problemas psicológicos, porque era una sonrisa real. Está sonriendo, cuando hace tres segundos parecía querer ahogarlo. Se pregunta qué demonios le parece tan gracioso.

—Adelante, puedes mirar si quieres.

—¿Qué?— la burlona y satírica sonrisa que se dibuja suavemente en sus labios finos, sus ojos llenos de diversión. Y Bakugō no sabía a dónde mirar.

Se iba a morir, seguro por tenerlo tan cerca, el bicolor le iba a contagiar sus plagas.

—Mirándome mucho, ¿no?, adelante, puedes hacerlo el tiempo que gustes, Bakugou.— el nombrado arruga todavía más el entrecejo. ¿Qué le pasaba? No era su culpa quedarse viendo sus cabellos bicolores, parecía resplandecer por sí mismo, era tan jodidamente divino y suave que más de una vez se ha reprimido en tocarlo. Estaba seguro que la textura era algo esponjosa y lacia. Y es que ¿es su culpa acaso? no, Todoroki parecía sacado de un laboratorio y eran reacciones normales en los seres humanos.

ZONA PROHIBIDA | todobakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora