𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 ❱ ❝TaeHyung estaba lleno de dolor y tristeza.❞
TaeHyung se niega totalmente a enamorarse una vez más, las magulladuras de la última vez que lo hizo todavía lo persiguen como un acosador obsesivo respirándole en la nuca. No obstante, a...
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En estos momentos se encontraba observando a través del gran ventanal que abarcaba la mayor parte de una de las paredes en el apartamento de HoSeok. Los pequeños copos de nieve descendían suavemente hasta comenzar a formar grandes montones de nieve que cubrían las calles de un intenso blanco. Era la primera nevada del año y en su mente la habría estado pasando dentro de su habitación, debajo de sus gruesas cobijas mientras dormía el día entero, pero, contrario a esto, su hermano mayor lo había casi coaccionado a salir de casa y venir aquí a tomar un poco de chocolate caliente con "amigos".
—Les digo que se ha portado mucho más extraño desde esa noche.
Al volver a la realidad, esto fue lo primero que sus oídos captaron viniendo de la boca de Jin.
—Es como si fuera un cuerpo al que le chuparon el alma o algo así.
No sabía por qué, pero sintió que hablaban de él, así que volvió su mirada desdeñosa hacia su hermano.
—¿Qué? No estoy inventando nada —se defendió.
—Agradecería que no compartas mi intimidad a otras personas, Hyung.
—No son solo "personas", osito, son Yoon, Seok y Nam. —Le restó importancia con una sonrisa inocente, recibiendo una mirada fulminante por parte de su menor.
—Entonces, quedaste desconcertado porque un total desconocido te llamó "Omega" cuando ya no emites ni una sola feromona —indagó YoonGi recostado en el sofá de cuero negro, TaeHyung a su pesar se encontró asintiendo—. Bueno, ciertamente es extraño, ni siquiera yo puedo oler nada en ti.
Que un Alfa Dominante le dijese eso era realmente devastador. Nada podía engañar al increíble olfato de un Alfa D. Tomó entre sus manos nuevamente el chocolate y le dio un nuevo trago. Hasta el momento, se las había arreglado para tolerar beber esto sin que las incontenibles ganas de vomitar se hicieran presentes. Era un gran logro.
De repente, HoSeok se rio ligeramente antes de negar con la cabeza, al parecer sumido en sus propios pensamientos.
—¿Qué es tan gracioso, HoSeok?— preguntó NamJoon, devorando una pequeña galleta de las que había horneado Jin.
—Nada, es solo que me acordé de una antigua leyenda escuchando lo que le pasó a Tae. —Volvió a negar—. No me hagan caso, es estúpido.
—Ahora tengo curiosidad. Cuenta, cuenta —instigó SeokJin.
—¿Se acuerdan de las "Almas Gemelas"? —comenzó el Beta y todo el mundo asintió—. Bueno, mi abuela solía decirme que cuando dos Almas Gemelas se encuentran, sin importar quienes sean o en lo que se hayan convertido, siempre se reconocerán la una a la otra. —Se rascó la nuca algo incómodo—. Es obvio que eso ni siquiera es un hecho factible; hace siglos que todo el tema de las Almas Gemelas fue desmentido. Pero, aun así, me sonó familiar a esta leyenda, el hecho de que el chico haya percibido el aroma Omega de Tae a pesar de que él ya no lo sea más.
