Al abrirse la puerta del pequeño, pero pintoresco establecimiento, un tenue campaneo se escuchó a la lejanía, en consecuencia del movimiento, dando aviso de su presencia dentro del lugar. Apreció con detenimiento los alrededores, comprobando al instante que lo dicho por su hermano era cierto: no había ni un alma en ese momento. Las mesas de madera se veían relucientes desde su posición, a causa de la tenue luz exterior que se extendía sobre ellas a través del gran rectángulo de vidrio que ocupaba casi toda la pared contraria a TaeHyung. Solo le bastó una corta inspección a lo largo del café para constatar que era el primero en llegar, aquellas afiladas pupilas doradas no resaltaban desde ningún sitio, por lo tanto, se resignó a suspirar para luego dirigirse a una de las tantas mesas vacías y tomar asiento.
Al instante, una muchacha joven, de cabellos negros con las puntas decoloradas en un tono rosa pálido, se le acercó, llevaba un delantal negro con el nombre de la cafetería a la altura del pecho bordado con hilos blancos.
—Buenas tardes —comenzó mientras le acercaba el menú—, bienvenido. —Le dedicó una sonrisa de oreja a oreja antes de alejarse, dándole el espacio para elegir lo que iba a consumir.
—Oh, espera un momento —la llamó con rapidez—. Aún no voy a ordenar, estoy esperando a que llegue alguien más.
—Está bien —asintió comprensiva—, entonces puede llamarme cuando esté listo para realizar su orden.
Poco después del corto intercambio de palabras con la mesera, la puerta fue nuevamente abierta, exhibiendo en toda su plenitud a un hombre de gran altura, su simple presencia opacando cada detalle insignificante en la habitación, parecía como si cada sentido, cada célula en su cuerpo se hubiese puesto en sintonía únicamente con el ser que caminaba en su dirección. El morocho deslizó una mano a través de su oscura cabellera, llevando algunos mechones que anteriormente caían sobre su frente hacia la parte trasera de su cabeza, esta acción se le antojó a TaeHyung como la viva imagen de la seducción. Algo dentro de su mente se encontraba horrorizada, ¿se estaba comiendo con la mirada a JungKook? Debía detenerse, debía apartar la mirada de aquellos hipnotizantes orbes ámbar, pero sencillamente era incapaz de reaccionar, la fuerza de la atracción que en esos momentos sentía era más grande que él mismo.
Además, no podía ser culpado por mirar de más al Alfa, no cuando este último se veía como se veía en esos instantes; llevaba un buzo cuello tortuga de un tono grisáceo el cual estaba metido dentro de la cinturilla de unos pantalones negro opaco, estos se ceñían espectacularmente alrededor de las musculosas piernas de Jeon, siguió descendiendo la mirada, llegando hasta dos pares de botas del mismo color oscuro, este detalle de alguna forma solo acentuó el usual estilo dark y rudo del menor. Y como último detalle de su atuendo, más de la mitad de su cuerpo era cubierto por un gran abrigo para resguardarse del feroz invierno de las calles, este mismo se lo fue quitando a medida que avanzaba, no era necesario tenerlo puesto allí adentro, la cafetería tenía la calefacción encendida para la comodidad de sus dos únicos clientes.
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Dolent 谷 KT!¡
Fanfiction𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 ❱ ❝TaeHyung estaba lleno de dolor y tristeza.❞ TaeHyung se niega totalmente a enamorarse una vez más, las magulladuras de la última vez que lo hizo todavía lo persiguen como un acosador obsesivo respirándole en la nuca. No obstante, a...