❪🌷❫ capítol tres.

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SeokJin se sentía tan impotente mientras veía a su hermano vomitando su alma en el interior del retrete

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SeokJin se sentía tan impotente mientras veía a su hermano vomitando su alma en el interior del retrete. No poder hacer nada para aliviar el sufrimiento de TaeHyung le carcomía las entrañas hasta dejarlo vacío y roto por dentro. Le daba reconfortantes caricias en la espalda ante cada nueva arcada, lo que provocaba que la espalda del pequeño rubio se doblara casi de forma inhumana. Se preguntaba si había sido buena idea haberle insistido tanto en que se tomara aquella sopa de verduras. No sabía si sentirse culpable o simplemente no castigarse y entender que había hecho lo correcto en intentar que TaeHyung comiera algo mínimo.

—Creo que es mejor si vamos al hospital, Tae —comentó con evidente preocupación al notar que las náuseas se habían detenido por el momento.

El mencionado seguía jadeando pesadamente, aún apoyado en sus rodillas, con los ojos inyectados en sangre y las mejillas húmedas por las lágrimas que se habían deslizado por allí minutos antes. Era devastador verlo en ese estado. SeokJin cambiaría todo lo que tenía y hasta lo que no por librar a TaeHyung de esta maldita situación tan desastrosa.

El menor se cubrió los ojos con las palmas de sus manos, iniciando una nueva ola de llanto desconsolado.

—Quiero morir, Hyung, no puedo seguir así. No quiero, no quiero —negaba con una voz lamentable.

—No digas eso, osito. —Lo atrajo a sus brazos y lo apretó tan fuerte como pudo—. Me parte el alma, así que por favor... —Se rompió, apoyando su pómulo contra la cabeza de TaeHyung, su vista empañándose a causa de las lágrimas arremolinadas.

TaeHyung había sido hospitalizado por un largo periodo cuando su lazo recién se rompió, teniendo que ser atiborrado de medicamentos y sedantes para que el dolor no consumiera su despedazado cuerpo por completo. Después de salir, tenía citas médicas cada cierto tiempo para tratar su malnutrición y su depresión crónica, lo cual no ayudaba mucho con la situación de su hermano. Cada día iba perdiendo más y más peso y no podía ni siquiera moverse con el tiempo. De esta manera, se vio siendo internado nuevamente. Lograron nivelar la alimentación del Omega; sin embargo, según los médicos, su problema de inanición estaría presente por el resto de su vida. No podría ganar mucho peso ni ingerir demasiada comida ya que su cuerpo continuaría rechazándola, a pesar de cualquier intervención que ellos hicieran. Era una de las las tantas cosas de las cuales la medicina no podía hacerse cargo cuando un enlazamiento deshecho estaba de por medio.

SeokJin observaba a su menor recostado en la camilla. Le habían dado una solución de rehidratanción oral y unos medicamentos para calmar sus recurrentes náuseas.

—¿Van a hospitalizarme otra vez? —murmuró TaeHyung, su voz se oía algo ronca.

—No lo creo, pensarán que es inútil hacerlo y solo te mandarán a casa con algunas indicaciones. Malditos imbeciles incompetentes —decía al mismo tiempo en que cruzaba los brazos sobre el pecho, totalmente inconforme con el trato que le daban a su hermano menor.

Dolent 谷 KT!¡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora