𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄 ❱ ❝TaeHyung estaba lleno de dolor y tristeza.❞
TaeHyung se niega totalmente a enamorarse una vez más, las magulladuras de la última vez que lo hizo todavía lo persiguen como un acosador obsesivo respirándole en la nuca. No obstante, a...
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La situación era realmente extraña en ese momento. TaeHyung no recordaba en qué instante terminó con su rostro enterrado entre los aparentemente bastante musculosos pectorales del contrario mientras sollozaba como un imbécil. Tampoco recordaba cómo los brazos de Jeon se habían entrelazado detrás de su espalda, atrayéndolo a un abrazo mucho más fuerte. Ahora que había terminado de hacer su escena y de avergonzarse a sí mismo, estaba tentado a tirársele al primer camión que pasara por su lado y acabar con su suplicio. Por otro lado, se sentía tan condenadamente cómodo que sus ojos se notaban algo adormilados y le estaba costando toda la voluntad de su cuerpo siquiera intentar separarse. Sin embargo, su intento que no sirvió de nada, ya que seguía allí, yaciendo pasivamente, como si nada estuviera mal con el mundo.
El mundo, que por obvias razones lo odiaba, lo hizo aterrizar en el aquí y ahora de un solo tirón. Nuevamente la puerta principal sonó sin previo aviso, lo que no les dio tiempo suficiente para separarse adecuadamente, quedando atrapados en una posición que daría espacio a diversas especulaciones en las que el Gamma prefería evitar pensar. TaeHyung se quedó petrificado cuando finalmente logró apartarse del macizo pecho de JungKook, ya que no esperaba encontrarse de frente con una mata de pelo teñida de violeta y unos ojos oscuros brillando en sorpresa e indignación, alternando entre él y el morocho con gran rapidez.
—¿Qué está...? —Su boca se quedó sin habla, moviéndose sin dejar salir sonido alguno. Al parecer todavía no se había sobrepuesto por completo de su estupefacción—. ¿Qué está pasando aquí? —repitió, esta vez con más claridad.
—Estábamos pasando el rato, solo eso —contestó JungKook con serenidad, aunque no parecía muy sereno, algo de su postura le daba a entender que también estaba algo agitado.
—Si es así, ¿por qué se estaban abrazando?
Sin necesidad de tener que oler las feromonas de JiMin, podía dar por hecho lo muy enojado que estaba.
—Es algo personal de TaeHyung, JiMin, no puedo decírtelo así sin más.
Algo de esa oración debió terminar de cabrear al precioso Omega, su agraciado rostro deformándose en cólera pura, las venas de su cuello sobresalían tanto que el de ojos esmeraldas llegó a pensar que podrían reventarse en cualquier momento.
—¿"Algo personal de TaeHyung"? —repitió con una sonrisa mordaz, para luego morderse su carnoso belfo inferior con fuerza—. No estaba informado de que eran así de cercanos —sentenció, posando sus dilatadas pupilas al decir aquello en TaeHyung, claramente molesto con él.
Posiblemente lo culpaba. El Gamma se encogió un poco.
—Lo siento mucho, no pretendía que hubiese ningún tipo de malentendido, en serio —le dijo con la voz más suave y tranquila que pudo—. Simplemente me puse un poco sentimental. La última vez que nos vimos ustedes asumieron que era un Beta R, pero en realidad soy un Gamma... —Suspiró sonoramente, agachando un poco su mirada—. JungKook es capaz de percibir mis antiguas feromonas por alguna razón, eso acaba de pasar y realmente me afectó un poco, me da algo de esperanza. —Lo último lo dijo casi que en un susurro, una sonrisa triste se dibujó en sus pálidos labios.
