Jeon JungKook es uno de los pocos de su casta, sí, Jeon JungKook es un beta. Uno de los maravillosos y preferidos hijos de la madre Luna.
Para Jeon siempre fue complicado adoptarse a su vida. De pequeño fue el niño del que nadie quería ser amigo, d...
El siguiente capítulo contiene escenas para mayores de 18. No es la gran cosa pero a quién no le guste puede pasar hasta la parte en la que aparezcan estos emojis 🐙🐙🐙 Gracias y disfrutad de la lectura ❤️
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Jimin simplemente no podía creer lo que estaba pasando. Todo había comenzado tan bien que creyó al fin podrían tener lo que ansiaba. Primero había estado tan tranquilos en su pequeño salón/dormitorio/cocina; JungKook leyendo uno de sus libros para clase sobre historia del arte, TaeHyung dibujando en una de sus croqueras y él repasando viejos vídeos de sus coreografías.
De un momento a otro se había puesto muy feliz, hasta había reído él solo llamado la atención de sus novios que sonrieron junto a él, al darse cuenta de que esas coreografías podría enseñarlas en la academia de baile de Daegu cuando fuera junto a Felix a trabajar. De igual modo que se puso extremadamente feliz, las hormonas le hicieron llorar como cachorrito al darse cuenta de que debía despedirse de sus amigos de Seúl.
Aún no había hablado con YoonGi, que era quien más le preocupaba al siempre haber estado ahí junto y para él, y eso le hizo sentir tan triste que sus destinados no dudaron en ir a socorrerlo con mismos y cariños.
Esos mismos y cariños se llevaron de besos castos en mejillas y cuello a labios. De un momento a otro, Jimin tenía su lengua fuera de su propia boca al JungKook estar succionándola y TaeHyung tenía la suya en la boca del Omega barriendo todo si interior; sus tres salivas cayendo de manera desagradable pero encantadora por sus barbillas y mentones.
Cuando el Omega embarazado quiso ir más allá, tocando ya no solo esos pechos y brazos duros que lo volvían gelatina, sino bajando en busca de las erecciones latentes de sus novios, fue que recibió el triste golpe de realidad que vivía últimamente.
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Sus cinco meses de embarazo se lo estaban haciendo pagar caro, tan caro que ya era frustrante e indignante. Pues lo que nunca pensó es que estaría atado de pies y manos para no acercarse a sus novios mientras estos tenían sexo.
Ante sus ojos, de pupilas dilatadas y con restos de lágrimas de excitación y ansiedad, TaeHyung estaba cubriendo por completo el cuerpo de JungKook mientras arremetía en su interior con firmeza de forma profunda y ruda. Los gemidos de JungKook eran una delicia y los gruñidos de TaeHyung puro éxtasis.
Jimin se removió incómodo comenzando a sollozar a pesar del enfado que tenía en su ser, la corbata de Tae en sus muñecas se apretó más con el tirar de ella y el movimiento en sus pequeños pies le hizo expulsar más lubricante hasta manchas del todo sus pantalones, que en realidad eran de JungKook ya que los suyos ya no le venían por su hinchado vientre.
El aroma a biscocho recién horneado incrementó ante la expulsión de lubricante y ambos chicos que tenían sexo gimieron encantados a la vez llegando de forma fácil y rápida al clímax. Aún con las respiraciones agitadas y sus cuerpos temblorosos gatearon hacia él haciéndolo tumbar sobre cojines en el suelo.
