Jimin ya estaba de seis meses y sentía que iba a reventar en cualquier momento, osea, esa enorme barriga había veces que le asustaba y hacia entrar en pánico. En esos momentos de terror pensaba en cómo serian de enormes sus cachorros y cómo saldrían de él. Maldecía y se quejaba de la gran complexión de su Alfa y Beta; sin duda él era muy pequeño a su lado para tener bebés enormes como ellos.
Colocándose de perfil, tratando de ver el suelo bajo sus pies, subió el pequeño escalón de entrada al centro comercial. Cómo era de esperarse sus destinados cada mes estaban más obsesivos con tratarlo como si fuera una delicada pluma, excepto en el sexo.
Madre Luna, como había extraño Jimin el sexo y que bueno era ahora que era quien dominaba y decidía sobre él. Aunque también extraña esa época en la que era partido por la mitad por sus chicos fuertes y rudos.
Resoplando, aliviado de ver que era Felix quien llamaba a su móvil y no sus novios porque habían descubierto que había "escapado" de casa, respondió nos llamada.
-Hola. -Saludó cantarín recibiendo la misma feliz respuesta. -¿Cómo estás?
-Gordo y cansado de la vida. -Dramatizó el australiano. -¿Y tú?
-He salido a comprar unas cosas. -Respondió tomando un pequeño carrito más que nada para no cargar con todo en sus manos. -A Tae le hace falta una nueva bombilla para su foco de luz sobre su caballete, a Kook le hace faltan unos auriculares nuevos y a mí se me han terminado los cereales de fuegos rojos.
-Eso hijos tuyos y su obsesión por comer cosas que saben a como huelen. -Murmuró Felix haciendo reír a Jimin. -Yo te llamaba, a parte para saber cómo estabas, para decirte que he visto ofertas de casas cerca de la mía...por si quieres echarles un ojo. -Jimin sonrió amplio ante la dulzura de la voz del chico mientras tomaba los cereales del estante.
-Sí, claro, sería genial que viviéramos cerca. -Aseguró feliz. -No me puedo creer que en un mes ya nos mudemos para Daegu.
-Estoy muy emocionado la verdad. -Ambos Omegas rieron y la línea se acopló.
-No tengo muy buena cobertura aquí dentro, hablamos cuando llegue a casa por mensaje y te digo qué me parece la casa; ¿okey? -Felix asintió con un murmullo de garganta.
-Hablando luego Jims. -Dijo cantarín. -Besitos, te quiero.
-Y yo a ti Lix. -La llamada fue cortada y el Omega guardó su móvil en su pequeña mochila a su espalda; acto seguido eligió la bombilla indicada y se encaminó hacia la sección de electrónica.
Viendo la gran variedad de auriculares buscaba esa marca y voltaje que a su Beta le gustaba; tan triste y adorable llegó a casa la noche anterior cuando contó que a medio camino del trabajo en su patinete uno de sus auriculares decidió dejar de funcionar. Jimin sonrió ante el recuerdo y tomó los indicados echándolos al carro.
Sus almendrados ojos yendo de forma automática hacia los apliques a su costado, esos adorables muñecos de plástico de amplias variedades y que impedían que los cargadores se rompieran de su anclaje.
-Que irónico. -Murmuró para él mismo soltando una risa nasal. Juntos, en la misma leja y colgando de diferentes ganchos, un tigre, un conejo y un pollo estaban mirándole ablandando su corazón.
Ese picazón llegó a su nariz, el aroma que tuvo el que el consideró su hogar hasta hace unos meses, viniendo con el recuerdo de quienes eran los dueños y creadores de dichos muñecos de anclaje. Tal vez fue el instinto paternal creciente en él el que le hizo recordar a sus padres cuando él aún era un cachorro y lo consentían.
Recuerdos felices borrados ante los de aquellas veces que le levantaron la mano, demandaron cosas o llenaron de insultos. El recuerdo vivido si cerrada a los ojos de como había sido golpeado aquel día que confesó simplemente amar.
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Trabajo de Beta ~ VKookMin ~ TaeHyung, JungKook y Jimin
FanfictionJeon JungKook es uno de los pocos de su casta, sí, Jeon JungKook es un beta. Uno de los maravillosos y preferidos hijos de la madre Luna. Para Jeon siempre fue complicado adoptarse a su vida. De pequeño fue el niño del que nadie quería ser amigo, d...