Jeon JungKook es uno de los pocos de su casta, sí, Jeon JungKook es un beta. Uno de los maravillosos y preferidos hijos de la madre Luna.
Para Jeon siempre fue complicado adoptarse a su vida. De pequeño fue el niño del que nadie quería ser amigo, d...
JungKook se removió ligeramente sobre las suaves sábanas, restregando su rostro contra la almohada e inhalando el aroma a bizcocho y café en ella. TaeHyung por su lado soltó un bostezo seguido de sin quejido ronco mientras contraía los músculos de su espalda y piernas.
Ambos sintieron la delicadeza y suavidad con la que era dibujado un corazón en sus espaldas desnudas. Al abrir sus ojos enfocaron hacia arriba, tras su espalda ya que ambos estaban tumbados boca abajo en la cama; Jimin mes sonreía tierno mientras repetía la acción en sus pieles.
-Buenos días. -Saludó el rubio antes de inclinarse para besar la mejilla del Beta y después la del Alfa.
-Buenos días. -Dijeron ambos contrarios a la vez y con la voz ronca por el recién despertar.
-Preparé algo de desayuno. -Explicó el mayor, fue entonces que los opuestos se dieron cuenta de que el chico sentado de rodillas entre ambos en la gran cama portaba ropa deportiva y lucía el cabello húmedo por una reciente ducha.
-¿Qué has preparado? -Preguntó JungKook con los ojos pesados, moviéndose en la cama hasta llegar a apoyar su rostro de lado sobre los muslos del mayor y rodear su cintura con cansancio. Jimin casi muere de ternura.
-¿Tú qué crees galletita? -Inquirió con cariño dándolo caricias, tratando de peinar esa maraña de cabello largo y ondulado fuera de su rostro.
-Café. -Murmuró complacido con más caricias, TaeHyung se sentó correctamente en la cama y talló su rostro.
-¿Hay biscocho? -Preguntó el castaño, Jimin asintió.
Tae se acercó a besar los labios mullidos del rubio bajo la atenta mirada del Beta que sonrió feliz al sentir ese amor entre sus destinados. JungKook pensó que podría acostumbrarse a ser feliz.
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Jimin estaba sentado en el centro de su gran sofá, con su espalda apoyada contra el respaldo y sus piernas abiertas. JungKook reposaba su cabeza sobre el muslo derecho del Omega y tenía sus piernas elevadas por el respaldo del sofá. TaeHyung estaba sentado entre las piernas abiertas del Omega, aunque realmente las tenía colgando sobre su pecho al Jimin tener sus rodillas dobladas y cubriendo sus hombros.
Los tres estaban en un completo y cómodo silencio aquel sábado por la tarde, leyendo cada uno un libro encontrado en la gran biblioteca del despacho del apartamento de los padres de Jimin.
-Kookie. -Dijo Jimin el nombre del Beta a forma de pedido de que le pasara de página en su libro ya que, su mano libre de sostener el libro, estaba dando caricias al cabello del azabache descansando sobre su muslo.
JungKook cambió de página al Omega y volvió a su lectura disfrutando la sensación de las yemas de los dedos de Jimin enterrarse entre sus hebras y ese toques ligeros a su cuero cabelludo.
TaeHyung elevó su vista de su propio libro cuando quiso repasar en su mente lo que acaba de leer para poder imaginarlo a mayor precisión, necesitaba recrear esa escena detalladamente en su mente. Al terminar de imaginarlo complacido por el resultado, vio frente a él los pequeños deditos de los pies regordetes de su Omega contraerse seguramente por algo que él también había leído en su propio libro.
