Trabajo de Beta ~ VKookMin ~ TaeHyung, JungKook y Jimin

Capítulo 35~Cereales y frutos

El impertinente y constante temblar bajo la almohada despertó a Jimin lentamente. Todavía con los ojos cerrados buscó el aparato y respondió la llamada a ciegas.

-¿Diga? -Su voz adormilada fue un susurro tan bajo como dulce.

-Amor, acabo de salir de las reuniones de padres. -Se escuchó al otro lado de la línea a TaeHyung con un tono feliz y cantarín. -Definirse soy libre del trabajo.

-Que bien cariño. -Respondió Jimin sonriendo de lado por el cansancio, con pereza bostezó y se cubrió con las sabanas hasta el cuello haciéndose bolita en la pequeña cama del apartamento del Alfa.

-Bebé, ¿sigues durmiendo? -Cuestionó la voz ronca al otro lado, Jimin murmuró algo inentendible que hizo reír a TaeHyung. -Venga, iba a decirte que nos encontramos a mitad de camino del centro comercial. -Canturreó, de fondo a su voz se escuchaba el tráfico del medio día en Seúl.

-¿Para qué? -Preguntó abriendo levemente sus ojos, una sensación de peso extra molestaba en sus pestañas.

-Para comprarte ropa. -Dijo simple el Alfa, Jimin gruñó bajito en contra de esa idea. -No puedes ir siempre con mi ropa y la de Kookie.

-¿Por qué no? -Se quejó entonces a viva voz haciendo un puchero, Tae se lo pudo imaginar al conocerlo tan bien y sonrió bobalicón cruzando un paso de peatones. -Es cómoda y huele a vosotros.

-La que te compres también olerá a nosotros; si parece que ya estamos viviendo juntos. -Eso era cierto, desde el sábado hasta ese lunes, ni JungKook ni Jimin habían abandonado el piso del Alfa y la verdad que, a pesar de lo pequeño que podía resultar, era cómodo y hogareño compartir el mismo pequeño espacio.

-Pero se está tan agustito en la cama. -Se quejó al rato, estirándose y haciendo ruiditos adorables a oídos del menor que deseó más que nunca estar allí para poder ver su carita hinchada por el sueño y besas esos dulces labios pomposos de su Omega.

-Venga, podemos ir luego a tomar un café donde Kook y así volvemos los tres a casa juntos. -Ofreció no queriendo darse pro vencido en sacar al Omega de casa pues no había habido forma en todo el fin de semana. Jimin decía estar bien, y realmente lo estaba porque era feliz solo estando con sus destinados que sí lo amaban por cómo era y no quién era, pero tanto TaeHyung como JungKook sabían que él estaba decaído y agotado.

-¿Por qué mejor no vienes y nos acurrucados a esperar a Kookie en nuestra cama? -Hizo berrinche, palpando su estómago con la sensación de vacío en él.

-Jimin. -Su nombre, en aquella voz, sonó como regaño y ciertamente en tono amenazante. 

-Alfa malo y dominante. -Bufó el rubio finalmente poniéndose boca arriba en la cama.

-Omega rebelde y caprichoso. -Contraatacó el castaño gruñendo bajito a modo de juego.

-Está bien, dame veinte minutos al menos. -Pidió viendo el techo y mentalizándose en tener que levantarse.

-Vale, te espero en la plaza. -La voz de enfado de Tae cambió a una alegre al instante pro haber podido convencer a Jimin, este rio bajito. -Te amo Mochi.

-Yo más mi TaeTae. -Respondió antes de que la llamada fuera cortada.

Jimin dejó el móvil en cualquier lado de la cama a su lado y aspiró fuerte por la nariz para llenarse del aroma a libro y café impregnado en el ambiente, mentalizándose así de que realmente debería levantarse y comer algo si quería ser una persona decente ese día. Pero realmente estaba cansado; sus piernecitas dolían, sus brazos estaban como con agujetas, su cabeza estaba algo mareada y la sensación de vacío en su estómago solo era más y más molesta a cada momento.