Emma recibía a los niños en la puerta junto con Gilda, la reunión de vecinos había sido muy exitosa, especialmente para el nuevo integrante del barrio quien se gano la admiración de todos. Entre las amas de casa y madres por ser un hombre apuesto y ser un excelente cocinero, entre los chicos por ser alguien confiable y un buen jugador de futbol, y entre sus amigas por ser el interés romántico de Emma.
Emma soltó un gran suspiró, el chisme de que Ray iba a ser el próximo padrastro de Sol la tenía harta, la mayoría en ese lugar estaban casados y con parejas, así que cuando llegaba alguien soltero, siempre intentaban juntarlos, a ella ya le había presentado a un montón de hombres para buscarle pareja, pero como Emma los rechazaba se habían calmado un poco. Pero como la vieron ser cercana con Ray, y como él la trataba con dulzura a ella y a su hija, era la comidilla de todo el lugar con chismes tontos.
Una vez que los niños llegaron, ella empezó a jugar con Phil y los demás para distraerse, luego pasó a realizar los ejercicios que los ayudarían a mejorar su motricidad fina y así paso el día en el trabajo. Finalmente, cuando llego la tarde y fue hasta la casa sacó los instrumentos para pintar de nuevo mientras Sol empezaba a leer el nuevo libro que Ray le había dado. Fue entonces que le llegó un mensaje del señor Evans, que le informaba que quería otros 3 cuadros de ella para exponerlos en la capital. Emma realmente se sorprendió por la petición repentina, pero se alegró bastante por el encargo, la fecha estaba muy cerca así que decidió ponerse a trabajar.
—¿Qué debería pintar? — Pensó ella en voz alta.
—Pinta a un príncipe azul — Le molestó Yuugo, Emma rio por el comentario, luego volteó a mirar a Sol quien estaba entretenida leyendo aquellos cuentos del libro.
La imaginación nunca le fallaba, así que decidió reciclar ideas de los cuentos de hadas.
Luego de estar pintando y dejar el boceto y base lista, Emma fue a hacer la comida para los tres para poder terminar el día. Antes de ir a dormir, le envió un mensaje de texto a Ray ya que no había sabido de él en todo el día.
"Mañana volveré a mi trabajo, no tendré tanto tiempo", fue lo que él le comentó.
Emma recordó que él había mencionado que ahora trabajaría desde la casa, realmente pensaba si eso podría funcionarle o tendría que volver a la ciudad donde tenían su oficina. Se entristeció un poco al pensar que Ray se ausentará y se sorprendió un poco por la idea de que eso pasará.
—Creo que... ahora soy yo la que no quiere perderte — Susurró ella dándose cuenta de lo egoísta que se estaba volviendo.
Ella se acostó con un sentimiento amargo dentro suyo, tenía que dejar de ser codiciosa, Ray no podría ser de ella, y finalmente se durmió.
Ray se la había pasado en su laptop todo el día, mientras comenzaba su trabajo en casa, usualmente no habría tanto problema, pero le resultaba algo aburrido de realizar mientras estaba pensando en Emma y como le estaría yendo. Sin querer volvió a mirar la conversación que habían tenido en la noche anterior mientras sonreía al aparato, en esos momentos Emma debería estar en la guardería trabajando con Gilda. Él se sorprendió bastante al saber que ella trabajaba allí ya que pensó que pasaría todo el día pintando ya que ella había escogido esa profesión, pero luego pensó que no era un trabajo muy estable ya que Emma trabajara bajo encargo.
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Mariposas contra el viento
RomanceCrecer no era fácil, especialmente para Emma Ratri, su dulce infancia se fue con las obligaciones y cargas pesadas que sus padres le imponían por sus grandes expectativas con ella. Lastimosamente en su adolescencia se vio envuelta en un extraño tri...