Norman la miraba con seriedad mientras ella seguía llorando, sabía que estaba asustada pero ya luego se le pasaría. El teléfono sonó por lo cual contestó, eran asuntos de su empresa así que empezó a hablar con su secretaria y su vice ceo sobre el trabajo, por lo cual el tiempo comenzó a ir más rápido para él. Pero para Sol, fue un caminó extremadamente largo.
Ella veía a Norman frente suyo hablar por celular, no le decía absolutamente nada y eso la ponía aún más ansiosa, la cabeza le había empezado a doler por haber llorado tanto y ya no sabía que hacer. Cuando por fin llegaron, Norman salió de su auto mientras colgaba su teléfono.
—Ven por aquí — Dijo él con simpleza mientras se bajaba, Sol lo siguió por inercia, y se encontró con una casa muy grande, ella se sorprendió bastante al verla.
Había mucha gente afuera, esperando a que él entrará, mientras le saludaban y le preguntaban como estuvo su día. Sol se intimidó al ver a todos mirándole con curiosidad, pero no sabía donde esconderse.
—Jefe, que bueno que volvió — Una mujer de coleta alta se acercó a hablarle con voz dulce a Norman.
—Si, fueron unas semanas aburridísimas, pero al menos ya volví — Él le sonrió levemente.
—Que bien, ¿es esa tu hija? — Ella le miró sonriéndole, Sol retrocedió unos pasos.
—Si, pero es tímida, no la molestes Bárbara — La chica retrocedió un poco — ¿Puedes llevarla a su habitación? — Él le preguntó a otra mujer vestida de sirvienta, quien asintió.
La mujer la tomó de la mano con un poco de fuerza, y Sol se quejó levemente, pero nadie le puso atención, ella prácticamente la llevó a una habitación llena de juguetes y la dejo allí solita. Sol miró con atención ese lugar, pero no sentía emoción alguna, solo quería ir a su casa con Yuugo y su mamá.
"Te rescataré", Ella recordó las palabras de Ray, mientras asintió valientemente, esperaría a que su príncipe volviera por ella y la salvará del castillo del demonio.
Sol se quedó dormida encima la cama sin poder hacer más que esperar.
Norman se ocupó de sus asuntos pendientes, hasta que realmente fue bastante tarde y notó que tenía hambre, se levantó para ir a la mesa donde un plato estaba servido, ya estaban acostumbrado a sus horarios, pero al mirar alrededor se dio de cuenta que estaba solo rodeado de los sirvientes.
—¿La niña ya comió? — Preguntó a una de ellas.
—Ella se quedó dormida — Le respondió alguien, mientras Norman alzaba una ceja.
Si ya estaba dormida, no había nada que hacer. Norman comió solo esa noche y luego se preparó para dormir, pero aún tenía cosas pendientes por lo cual no se durmió hasta pasada bastante la media noche. Al despertarse, Norman se alistó para bajar a desayunar, pero de nuevo estaba solo.
—¿Dónde esta la niña? — Preguntó de nuevo a sus sirvientas que se pusieron nerviosas.
—Se esta preparando para bajar — Dijo ella con una sonrisa incomoda.
Norman soltó un suspiró, decidió dejar el desayuno para observar que estaba pasando, pero cuando subió al cuarto de la niña, una chica que le servía estaba afuera mirando con preocupación.
—¿Qué sucede? — Preguntó él cruzándose de brazos.
—Lo siento, es que ella no se deja atender — Norman soltó un gran suspiró, entrando en la habitación.
Vio a la niña con el cabello revuelto sentada en una esquina, cruzada de brazos, observó a su alrededor y ella no parecía haber tocado nada de la habitación a excepción de la cama donde durmió.
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Mariposas contra el viento
RomanceCrecer no era fácil, especialmente para Emma Ratri, su dulce infancia se fue con las obligaciones y cargas pesadas que sus padres le imponían por sus grandes expectativas con ella. Lastimosamente en su adolescencia se vio envuelta en un extraño tri...