|sucesos ubicados cronológicamente antes del Ragnarok|
Shiva y Rudra por sus tiempos de ocio, encuentran una niña abandonada, el dios de la destrucción y el dios de la tormenta, toman a la niña y se la quedan.
entre ambos dioses la nombran Alisha; y...
El mayor reto del dúo fue cuando llegaron a aquel valle tormentoso, lleno de rocas puntiagudas, que en cualquier descuido, se podían convertir en una tumba.
Estaban ante el siguiente reto, que era el dios del Trueno; Indra, el más fuerte hasta el momento.
Un potente rayo se deja escuchar por todo el lugar, asustando a Alisha, por lo que de un brinco se separa del lado de Shiva.
El dios del Trueno, desaparece con un rayo que caen su cuerpo y lo trasporta, para aparecer al lado de la humana, aprovechando que con el temor que le había causado el ruido, se había separado unos cuantos metros de Shiva.
—no te preocupes, una vez este aquí para siempre a mi lado te acostumbrarás a las tormentas— le habla a la chica con un tono de voz libidinoso, el dios Indra. —semejante belleza es digna de ser mostrada, junto a la perfección de un dios como yo—
—Aléjate de ella— amenaza Shiva casi saltando al combate, pero Rudra lo detiene.
La tormenta se gana una mirada algo extraña de parte de Indra, como si cada acto lo estuviera sobre analizando.
—con que pelearas tú— le habla despectivamente a Rudra —si te venzo, me quedaré con la humana— dice Indra, abrazándola por los hombros y manoseando un poco el cuerpo de la joven; esta solo cierra los ojos y pone una expresión de asco, esto provoco la ira del dios de la destrucción, que lo único que deseaba era destrozar, el mismo; el cuerpo de Indra por hozar tocar el cuerpo de Alisha.
Rudra tratando de mantener su semblante neutro, hace le hace un gesto con la ceja a la humana, este pasa totalmente desapercibido por el dios del Trueno, por lo que esto desemboca, en que la chica saque con una agilidad envidiable la daga que llevaba escondida en la parte trasera de uno de sus muslos y con un preciso y contúndete movimiento, logre corta la barbilla del dios, liberándose así de su agarre.
—no soy un trofeo, y si lo fuera, es lógico de quien seria— asegura la humana llena de convicción en sus palabras y seguridad en su mirada, acción que hizo sonreír al dios del trueno, mientras limpiaba su propia sangre.
—bueno, comencemos.— reta el dios del trueno.
La pelea había sido aplastante, en favor de Rudra, este estaba luchando con una furia desatada y desmedida, aquella imagen de Alisha sufriendo; fue lo único que necesito Rudra para hacerle frente a Indra.
—¡Sabía que lo harías!— grita de emoción Alisha, al ver como Rudra se acercaba a ella y a Shiva, pero este último comienza a caminar junto con todos los seguidores, dejando atrás a la tormenta y a la Humana.
—¿estás bien?-pregunta Alisha preocupada, al ver lo silencioso que estaba el Deva de trenzas.
—ya cada vez falta menos... Y definitivamente estamos haciendo historia — murmura con un deje de tristeza, tono que llamo la atención de la chica.
—esperemos que la cima valga todo esto— le responde sonriendo sinceramente, provocando que Rudra también sonría.
La travesía continua, así llegando a enfrentar a Vishnu y Brahma; en ese momento se comenzó a escribir el primer Veda.
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