𝓮𝓼𝓹𝓮𝓬𝓲𝓪𝓵 𝟒

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—Oye Alisha.— llama el Destructor; para ganarse la atención de la nombrada, esta se encontraba curando las heridas del cuerpo de Rudra, que fueron obtenidas en su última pelea contra Vishnu y Brahma.— ¿te gustaría ir al mundo humano?— el de piel morada, que se encontraba acostado en la tierra, se levanta para sentarse cruzando las piernas.

Los ojos de la chica se abren con emoción e incredulidad, esta mira a Rudra parpadeando rápidamente, como para confirmar; si esto era un ofrecimiento que podría lograrse.

—supongo que ir al mundo humano, no sería una mala idea.— Rudra le confirma con una sonrisa adolorida.-no pasa nada con desviarnos uno poco, después de eso; podemos seguir escalando, y lograremos ver que hay arriba.— dice evitando pensar en el resultado inevitable que se les aproximaba. 

El trío camina hasta una quebrada bastante espeluznante; que quedaba muy cerca de donde, Shiva había llevado a Alisha, para descansar justo después de su pelea con Vishnu y Brahma.

La chica se sonroja al recordar lo que casi ocurre y lo que ocurrió hace unas horas atrás. 

—¿Y como podemos llegar al mundo humano desde aquí?— pregunta de forma sería la chica, mirando atenta como Shiva retrocede un par de metro del filo de la montaña y de ellos. 

—¡ASÍ!— grita Shiva corriendo hasta la chica tomándole la mano inesperadamente y arrojándose con ella al vacío.

—¡Rudra!— sale un grito de miedo de parte de la chica mientras va cayendo, arrastrada por el Deva de la destrucción. 

—no tienen remedio.— suspira la tormenta, resignado se arroja al vacío para seguir a su mejor amigo y a la humana. 

Los fuertes brazos de Shiva la atrae hasta él, proporcionándole confort y seguridad, pero a pesar de eso, el miedo de su interior le provocaba que se aferrara fuertemente al cuerpo del Deva. 

El viento violento mueve el largo cabello negro de la chica, haciendo que este estuviera levantado, haciéndola ver muy divertida. 

—Abre los ojos.— musita el destructor. 

Los ojos de Alisha se abren lentamente debido a la desconfianza que aún tenía, pero una vez estos se abrieron, quedaron absortos mirando el paisaje que le proporcionaba la caída libre. El fondo del final de la caída parecía como si reflejara un mundo paralelo. 

—mantén la respiración por unos segundos y no me sueltes en ningún momento.— pide el Deva, la pelinegra obedece sin chistar la orden del destructor. las manos de Alisha los abrazan un más fuertemente desde el cuello, mientras que los cuatro brazos del destructor la sostienen con un agarre mucho más fuerte. 

Una sensación cálida los recubre cuando atraviesan a la imagen del fondo, el sonido es eliminado por un segundo, para luego volver hacerse presente. 

Los ojos de Alisha se abren y esta deja salir su respiración impresionada al contemplar como el paisaje había cambiado totalmente, dejando ver como el cielo estaba cubierto por algunas nubes y abajo estaba rodeado por jungla y con esto pequeños pueblos distribuidos en esta.

La tierra a su alrededor retumba cuando Shiva aterriza con una rodilla en el suelo al igual que uno de sus brazos.

—¿estás bien?— pregunta el destructor al ver como la chica sigue aferrada a él con necesidad de contacto físico y ansiedad, a pesar de que ya habían llegado.

Alisha abre lentamente sus ojos y lo primero que nota es como el aspecto del Deva había cambiado completamente, el color de su piel se había vuelto morena, aunque su cabello seguía siendo negro que era su tono habitual.

Mi Bailarina De OroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora