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Genderbend/Fem!/Male! | Maduro
F/M: Mujer/Hombre relación. | Desnudez
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Su respiración era cada vez se hacía más dificultosa, el sudor que estaba comenzado a manchar su rostro. Su mano se mueve tratando de quitar de enfrente lo que lo poco a poco la estaba asfixiando.
Su mano toca algo de consistencia muy blanda, suave y cálido, sus ojos se abre con miedo y de un salto se sienta en donde estaba acostada.
Tomando una gran bocanada de aire, cae en cuenta de que su cabeza se siente muy ligera, sus manos se mueven a su cabello, pero a la altura de sus hombros no siente nada; comienza a desesperarse, se lleva las manos a su cabeza y cae en cuenta de que su cabello está corto; su mirada baja hasta su pecho y ve como es totalmente plano, se tapa la boca para contener el grito que estaba a punto de soltar.
Unos gemidos y suspiros, se dejan escuchar; asustándola, por lo que se gira y mira con incredulidad como dos mujeres estaban durmiendo entre ella.
—¡AH!— un grito de tono grave sale de su boca —¿pero que?— repite al escuchar como su voz se había vuelto mucho más profunda y grave.
—Alisha, vuelve a dormir; todavía es temprano— una voz cálida se deja escuchar — ven aquí— los brazos de una de las mujeres se estiran para atraerla.
—¿Rudra?— pregunta incrédulo, sin todavía poder procesar lo que estaba ocurriendo.
Alisha se incorpora, cuestionándose, renegándose y objetando, la acción que estaba por efectuar; este con una pequeña mirada y con ayuda de una des sus manos; se abre su pantalón para mirar como ella ahora era un él.
—¡SOY HOMBRE!— grita casi llorando el pelinegro, poniendo sus manos en su rostro, que aún conservaba algunos rasgos finos.
—que molesta, deja de estar molestando tan temprano— reprende una voz contraria, Alisha mira impactada como Shiva se comienza a levantar.
El cabello de Shiva había crecido bastante, sus rasgos se habían vuelto femeninos, estilizando y compactando su cuerpo, armonizando su figura, dejando a la vista del humano escéptico, por lo cual tuvo que parpadear un par de veces para creerse semejante belleza que tenía antes sus ojos.
Los exuberantes pechos de la ahora Deva de la destrucción rebotan cuando esta se pone de pie dejando totalmente boquiabierta al ahora humano.
El pecho de Alisha subía y bajaba mientras sus manos se tensaban, Rudra que recién se estaba incorporando, se acerca a este y lo toma del rostro para calmarlo.
Después de unos largos minutos, la situación se había calmado algo; las dos devas se encontraban pegadas al cuerpo menudo y delicado de Alisha.
—Ya quítense de encima— grita con exacerbación, Alisha, ya casi sin paciencia al ver como Shiva tiene el brazo del humano entre sus pechos.
Rudra mira con celos a Shiva y la empuja con algo de fuerza; a lo cual Shiva responde molesta con otro empujón, provocando que ambas devas se arrodillaran frente a Alisha, aplastándolo entre sus voluptuosas delanteras.
—Alisha será mi esposo— dice Rudra con algo de vergüenza en su tono, mientras atrae al humano hasta su pecho.
—jamás, yo seré su reina y danzaremos hasta consumirnos— responde con un tono erótico, quitándole al humano y abrazándolo fuerte.
—Su-suéltame, me estoy ahogando— suplico Alisha moviendo sus manos para llamar la atención de las devas.
La destructora se percata y suelta al pelinegro de ojos grisáceos.
—Tu nariz... está sangrando— musitan ambas devas al ver detenidamente, la atención de la tormenta baja lentamente guardando en su memoria cada detalle del pecho descubierto de la versión masculina de Alisha, Rudra traga saliva pesadamente cuando su mirada termina, en un bulto que estaba presenten en el pantalón holgado que llevaba el pelinegro.
Shiva mueve uno de sus brazos y con delicadeza limpia el camino de sangre que tenía el humano. Esta misma comienza a acortar la distancia hasta poner sentir como el cálido aliento choca contra sus labios, lo que causa que la de piel morada abra sus labios luciendo su lengua por unos segundos, antes de introducirla en la boca del chico, dándole así un beso bastante candente.
Para lo que creía que era Suerte para él, Rudra los separa; pero solo para unir sus labios con los de la tormenta.
Un gemido de parte del Pelinegro es ahogado en la boca de Rudra, esta se monta en las piernas delgadas del chico, dejando al descubierto la diferencia abismal de tamaños.
—¡YO TAMBIÉN QUIERO!— la voz femenina de Shiva los distrae y los incita a apartarse.
—¿Qué tal si bailamos un poco los tres?— Sugieren las dos devas al mismo tiempo, provocando que Alisha se desmaye.
La mirada atenta de Shiva y Rudra la examinan detenidamente, su pecho subía y bajaba y su cuerpo estaba sudando, los devas que yacían recostados uno al lado de ella la comienzan a acariciar para tratar de despertarla.
—¿Sera que tiene fiebre?— infiere Rudra preocupado, al percibir como el pecho de la chica sube y baja con pesar.
—es eso o esta teniendo un sueño muy bueno— argumenta con una sonrisa pervertida. — deberíamos dejarla, para ver hasta donde llega— dice de forma maliciosa el Deva de la destrucción.
Rudra se sonroja y deja de acariciar el rostro de la humana que yacía durmiendo profundamente, con un rostro sumamente sonrojado y con los labios entre abiertos.
Tanto Shiva como Rudra acortan la distancia con la Chica, posando sus labios para darle; unos besos en cada mejilla, para luego seguir contemplándola atentamente.
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𝓢𝓲𝓮𝓷𝓭𝓸 𝓱𝓸𝓷𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓬𝓸𝓷 𝓾𝓼𝓽𝓮𝓭𝓮𝓼 𝓷𝓲
𝔂𝓸 𝓼𝓮́ 𝓺𝓾𝓮 𝓮𝓼 𝓮𝓼𝓽𝓸, 𝓳𝓪𝓶𝓪́𝓼 𝓱𝓪𝓫𝓲́𝓪
𝓮𝓼𝓬𝓻𝓲𝓽𝓸 𝓮𝓼𝓽𝓪 𝓽𝓮𝓶𝓪́𝓽𝓲𝓬𝓪 𝓪𝓼𝓲́ 𝓺𝓾𝓮 𝓹𝓸𝓻
𝓵𝓸 𝓬𝓸𝓷𝓼𝓲𝓰𝓾𝓲𝓮𝓷𝓽𝓮 𝓮𝓼𝓽𝓮 𝓮𝓼 𝓮𝓵 𝓻𝓮𝓼𝓾𝓵𝓽𝓪𝓭𝓸.
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Mi Bailarina De Oro
Fanfic|sucesos ubicados cronológicamente antes del Ragnarok| Shiva y Rudra por sus tiempos de ocio, encuentran una niña abandonada, el dios de la destrucción y el dios de la tormenta, toman a la niña y se la quedan. entre ambos dioses la nombran Alisha; y...
