-Enemigos con derechos, si escucharon bien. A Nicholas le gusta ser creativo y se inventó ese estúpido termino... -digo rodando los ojos.
-Te escuché Charlotte. -escucho desde la habitación a Nicholas. Sonrió.
-Ups. Bueno, está es la historia de com...
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-Entonces, te fuiste.
-Ajá. -responde Charlotte.
Ambos estábamos en una hora libre de las clases, tirados en el césped mientras me cuenta lo que pasó con Nicholas.
Sabía lo difícil que era para ella los rumores. Una noche tuvo una recaída la encontré llorando y me contó todo lo que pasó.
Se me rompió el corazón verla tan mal, y saber que realmente estuvo peor. Que no estuve con ella por no haberla conocido... Ella ha pasado por mucho y muchas personas juzgan sin saber.
Podemos ver sonrisas pero no sabemos lo que se oculta detrás de ellas.
Así que, no la juzgo por lo que. Tampoco por lo que hará. Es más que obvio que se acuesta con Nicholas. Pero bueno, es su vida.
-Tu sabes lo que es bueno para ti, si lo hiciste fue por algo. Habla con él. -digo arrancando césped con mis manos. -No te estoy diciendo que le cuentes todo, solo que no te gusta que juzguen sin saber. No son novios para que le des explicaciones.
-Lo sé, gracias. Necesitaba hablar con alguien. -me da una sonrisa que correspondo.
-¿Vamos a la cafetería? Tengo hambre. -le digo levantándome y ayudándola, mientras se acomodaba la camisa
Andaba una camisa blanca, el uniforme de voleibol que usará en las prácticas debajo, media blancas bajas y unas tenis air force one blancos con negro, la palomita de Nike es turquesa.
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Me abraza por la cintura y paso mi brazo por sus hombros para caminar hacia la cafetería.
Al pasar por el pasillo principal se nos quedan viendo, como siempre. ¿Que nunca han visto una amistad de hombre y mujer que funcione? Agh, estereotipos.
Entramos a la cafetería que está casi que llena, y caminamos a hacer fila.
-¡Hey Charlotte! -ambos volteamos ya que no la he soltado ni ella a mí.
Lo que siento es como mi camisa blanca tiene una mancha rosada, al igual que la de Charlotte. La cafetería se queda en silencio. Y ambos subimos la mirada para ver quién putas nos tiró un batido de lo que parece fresa.
