-Enemigos con derechos, si escucharon bien. A Nicholas le gusta ser creativo y se inventó ese estúpido termino... -digo rodando los ojos.
-Te escuché Charlotte. -escucho desde la habitación a Nicholas. Sonrió.
-Ups. Bueno, está es la historia de com...
Volví a comenzar a subir mi primera historia, soo, si van a leer no me enojo jsjs.
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Estaba buscando mis cosas de manicura que deje en la habitación de Erick.
Hoy salí con Hela y Alessandro y me divertí mucho, se llevaron bien y quedaron en que Alessandro le ayudará ya que estaran en la misma ciudad.
Luego de encontrar la caja voy devuelta con los chicos. Me pareció extraño ver a Nicholas con ellos, pero es bueno que se lleve bien con los del equipo.
—No me gusta, ni lo hará. No es mi tipo, así que, ya calmesen y no vean cosas donde no las hay. —escucho cuando me acerco.
Auch.
¿Cómo que no soy su tipo? Soy el tipo de todos y todas.
—Si, ni siquiera nos hablamos. Ya quisiera él estar conmigo. —digo y él me ve con sorpresa y algo de arrepentimiento.
—Ya quisieras tu rubia. —me dice.
—No me hagas reír que no tengo ganas, Malakai tu primero.
Le digo al chico y él se acerca feliz, ambos nos sentamos en la alfombra.
Le arreglo las uñas y siento la mirada de Nicholas en mi en todo momento.
—¿De que color? —le pregunto, enseñándole los esmaltes.
—Negro. —termino de pintarlas.
—Gracias, hermosa. —me da un beso en la mejilla.
Luego sigo con Erick, haciendo lo mismo. También las quería negras, solo que con puntos blancos. A ellos siempre les ha gustado que les pinte las uñas. Les gusta estar arreglados y dar una buena imágen.
—Gracias Char-Char. —le doy una sonrisa.
Nicholas se queda en el sofá. No le digo nada y comienzo a buscar que color ponerme yo. Luego siento como se sienta frente a mi.
—¿Y yo?
—No sabía que querías, no te conozco. —digo sin verlo. El solo me extiende su mano y la comienzo a arreglar.
—¿Color? —El señala el que deje afuera. Azul marino.
—Ese es para mí.
—No veo tu nombre en el, es solo un color Charlotte.
—No es "solo un color", es EL color.
—Vamos, porfa. —me hace cara de perrito abandonado. Abro el esmalte y comienzo a pintar sus uñas.
—Puta madre, esa tensión se puede cortar con un cuchillo. —habla Malakai en el silencio incómodo.
—La que tienes entre las piernas te voy a cortar con un cuchillo. —le digo terminando con las uñas de Nick.
