Capítulo 31.

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-¿Qué estás diciendo?- pregunto confundida.

- Lo que escuchas, sé quién es tu papá.

- ¿Cómo lo sabes?

- No te lo puedo decir por llamada, te espero mañana en el restaurante cerca de la empresa de mi tío- sin esperar respuesta solamente cuelga.

Me quedo inmóvil analizando lo que acabo de escuchar llenándome de preguntas sobre si debería ir o no.

Escucho pasos cerca de mí, siento unas calidad manos en mis hombros que me tranquiliza un poco.

- ¿Qué pasa Sara?- me preguntó Mart.

- Edu...Edward...- no puedo continuar.

- ¿Qué te dijo ese tipo?- cuestiona con voz molesta.

- El encontró a mi papá- suelto por fin entre suspiros.

- ¿Qué? ¿Quién es él? ¿Por qué apenas aparece?- Dice las mismas preguntas que yo tenía.

- No lo sé, dijo que mañana debo ir a verlo para que me diga lo que sabe.

- ¿Irás?

- No lo sé, una parte de mí dice que no, porque él nunca se interesó en mí, abandonó a mamá, pero otra quiere saber qué paso y que responda todas mis dudas.

- Deberías ir, es algo muy importante para ti- motiva animado.

Lo pienso por unos minutos analizando sus palabras cuidadosamente.

- ¿Me acompañas por favor?- me decido a preguntar.

-Claro que sí pequeña, siempre estaré cuando me necesites.

Con esas palabras me quedo el resto del día, sabiendo que a pesar de que las cosas sean muy complicadas allí estará Mart dándome su apoyo.

Estoy en mi oficina trabajando todo lo que puedo para no seguir pensando en el tema de mi papá y hacerme ideas erróneas, aunque es casi imposible no pensar en ello.

Desde que mamá me contó su historia de cómo quedó embarazada no he querido buscarlo o siquiera preguntar más, pero ahora que estoy tan cerca de conocerlo surgen emociones que no sabría como describirlas.

- Sara- habla mi novio entrando a la oficina- sigues pensando en tu papá- Menciona al ver mi rostro.

- Sí, no creo que sea buena idea ir, después de todo él fue quien nos dejó y nunca se preocupó por nosotras.

- No sabes sus motivos- intenta razonar.

- No existe justificación para lo que hizo, solo demostró que no le importé.

- Tranquila, sé que es un tema complicado...

- Es absurdo que me afecte tanto, nunca le di mucha importancia hasta ahora y no tiene sentido- al verme así, toma mis manos y hace que lo mire directamente.

- Hey, es normal que lo tomes así, ignoraste esto por muchos años, ahora están saltando todas esas emociones. Vayamos mañana, lo conoces y cierras ese ciclo, cuando sientas que ya no puedes soportar más nos vamos.

Después de esas palabras nos quedamos en silencio esperando a que pueda hablar.

- Gracias- digo entrecortado- no sabría que hacer sin ti en estos momentos.

- Ambos sabemos que no es cierto, mírate justo hoy resolviste una de las peores situaciones por las que ha pasado la empresa, eso sin mencionar que también podrías salir perjudicada - menciona con algo de diversión.

Mi jefe es un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora